Una de las grandes estrellas del momento se ofrece a cantar en la boda de Harry
Ahora que ha vuelto por todo lo alto a la escena musical con su álbum 'Too Good At Goodbyes', el cantante Sam Smith siente que cuenta al menos con una oportunidad de ser considerado entre los posibles candidatos para amenizar el enlace del príncipe Harry y la actriz Meghan Markle , cuando ambos contraigan matrimonio el próximo mayo.
"Estoy obsesionado, y quiero cantar en la boda. Me encantaría, sería un sueño hecho realidad", ha asegurado.
El interés del intérprete por actuar ante los distinguidos invitados que sin duda reunirá la pareja de enamorados en su gran día no se debe tan solo al prestigio que le otorgaría ser uno de los pocos artistas que ha formado parte de un evento privado de la monarquía británica y que, además, ha participado también en la banda sonora de una película de James Bond. A título personal, Sam Smith también siente una gran admiración y respeto por el nieto de Isabel II debido a la labor que este realiza para concienciar a la sociedad sobre la importancia de someterse a test del VIH con regularidad, continuando así el trabajo de su madre Diana de Gales.
"Coincidí con Harry una vez, en la premiere de James Bond en el Royal Albert Hall, allí lo conocí. Y por supuesto, después él dio ese discurso maravilloso en los premios Attitude, y fue un momento precioso", ha declarado, refiriéndose al discurso que el hijo del príncipe Carlos ofreció este octubre en los galardones otorgados por la revista gay más vendida de Reino Unido, una gala durante la que se homenajeó a la fallecida princesa de Gales con el título 'Icon'.
Al igual que les sucede a muchos otros británicos, el artista disfruta la expectación que rodea a todo enlace real. En 2011 ya se dejó llevar por la locura colectiva que arrasó Londres de cara a la boda del príncipe William y la duquesa Kate, a pesar de que en aquel momento él era tan solo un joven aspirante a estrella que soñaba con emular algún día a Ellie Goulding, la elegida en aquella ocasión para cantar ante los recién casados.
"Recuerdo que me desperté a las seis de la mañana, me bebí toda una botella de vino y fui corriendo a sentarme en Hyde Park. Me pasé todo el día borracho, corriendo por todo Londres con una bandera enorme. Y me puse a gritar como un loco en cuanto Kate apareció con aquel vestido", ha recordado.