Esto fue lo que hizo Kim con tal de no hablar de los "embarazos" de sus hermanas
A estas alturas ya ha quedado más que claro que Kim Kardashian es una experta a la hora de medir y manejar sus declaraciones para no desmentir ni confirmar los rumores que circulan invariablemente acerca de su familia, hasta que resulte conveniente y rentable para la misma. Así que, y por mucho que le insistan, la estrella televisiva no hablará acerca de los supuestos embarazos de sus hermanas, Khloé Kardashian y Kylie Jenner.
Antes de revelar un secreto tan importante, la mujer de Kanye West está dispuesta, literalmente, a casi cualquier cosa, y eso mismo le tocó hacer a su paso por el programa de James Corden. Kim accedió a formar parte del ya popular juego 'Spill Your Guts or Fill Your Guts', una sección en la que los participantes deben contestar preguntas comprometidas o probar platillos extraños, y como no podía ser de otra manera, el presentador le obligó a elegir entre responder a dicha cuestión -si alguna de sus hermanas estaba embarazada- o beberse un batido de sardina. Dicho y hecho, la celebridad alargó la mano y bebió un genero sorbo del vaso, relleno de un líquido de color gris con espuma por encima.
Para ser exactos, la celebridad no tardó en escupir gran parte del contenido en un cubo mientras se quejaba del sabor: "F**k, el sabor que deja es lo peor. Y tengo que ir a cenar después de esto. Es asqueroso", exclamó sin poder contenerse.
Sin duda, el sacrificio merecería la pena, ya que como ella misma se había encargado de explicar unos días antes a su paso por el programa de Ellen DeGeneres una regla vital de su familia: no contar más intimidades que las referentes a su propia vida.
"Cuando hay muchos rumores, tenemos grupos de chat familiares y amenazamos la vida de los otros si hablamos fuera de turno o por el otro. Así que por mi propia seguridad...", asegura con paciencia. "Respetamos el derecho de los otros a hablar por sí mismos".
En ese mismo juego con James Corden, Kim no tuvo reparo, sin embargo, en confesar cuál era el hábito más molesto de su marido -quedarse dormido en cualquier lugar- o quiénes eran las mejores y peores vestidas de su familia, una clasificación en la que optó por poner a Kendall Jenner en primera posición y dejar a Kylie para la última.