Miranda Kerr anuncia que está esperando su primer hijo junto a Evan Spiegel
Casi seis meses después de dar el 'sí quiero' al empresario Evan Spiegel en una íntima ceremonia celebrada en el jardín de su casa de California, la modelo Miranda Kerr ha anunciado que está embarazada del que será el primer hijo de la pareja y el segundo para la australiana, que ya es madre de un niño de seis años -Flynn- junto a su exmarido Orlando Bloom.
"Miranda, Evan y Flynn tienen muchas ganas de darle la bienvenida al nuevo miembro de su familia", ha confirmado un portavoz al periódico Daily Mail.
La noticia de que la pareja dará la bienvenida a su primer retoño en común en un futuro no muy lejano no supone demasiada sorpresa teniendo en cuenta que poco antes de su enlace la propia modelo reconocía que no utilizaba ningún método anticonceptivo, al mismo tiempo que daba a entender que no le hacía falta debido a los valores conservadores de su entonces prometido.
"Yo no uso ningún método", declaró en una entrevista al periódico The Times para promocionar su colaboración con una marca de moda con la que recaudar fondos destinados a varios hospitales para mujeres, antes de darse cuenta de que estaba compartiendo demasiada información sobre su vida íntima que podría ser interpretada como una señal de que estaba intentando convertirse en madre de nuevo.
"No se trata de eso, todavía no. No [tendremos hijos] hasta después del matrimonio. Mi pareja es muy tradicional. No podemos... lo que quiero decir es que... simplemente estamos esperando", informó.
Lo cierto es que el fundador de Snapchat no es el único que parece tener un concepto tradicional de la vida en pareja. Hace unos meses, Miranda se vio de pronto en el centro de una desagradable polémica a raíz de unas declaraciones a la revista The Edit, en la que aseguraba que siempre trataba de "llevar un bonito vestido y de que las velas estuvieran encendidas" cuando su pareja llegaba del trabajo. Esa elección, aunque completamente personal y respetable, hizo que muchos la criticaran por perpetuar un estereotipo anacrónico de la esposa servicial que espera en casa a su marido durante todo el día.