Sophie Turner, de 'Game of Thrones', nos confiesa por qué se siente de luto
Sophie Turner empieza a despedirse de Sansa Stark, el personaje que la vio crecer (en sentido literal y profesional) y la catapultó a Hollywood para después figurar como la mutante Jean Grey en la exitosa franquicia de X-Men.
Ahora que sólo restan dos temporadas de Game of Thrones, empieza a sentir una especie de luto anticipado. “Empecé a prepararme: siento que perderla va a ser como padecer la muerte de algún familiar porque yo crecí con ella. En realidad la siento como mi otra mitad. Va a ser muy extraña verla irse porque cuando la interpreto me siento una versión más elevada de mí misma”, nos cuenta desde la habitación de un hotel frente al Támesis.
Cada vez que la actriz inglesa de 21 años recibe el guión de una nueva temporada, experimenta algo parecido a una amenaza de muerte, pues este programa se caracteriza por matar a sus personajes principales y así tener a sus espectadores al borde del asiento. "Definitivamente siento miedo cuando llega el guión. Cada que cambio de página me pregunto si ésta será la escena en la que Sansa morirá".
Sin embargo, le sorprende para bien que su personaje, en un universo tan despiadado como el de la serie, haya tenido un cambio tan radical hasta convertirse en un estandarte del poder femenino. "Su transformación ha sido extrema. Pasó de ser inocente y vulnerable a ser un líder empoderada y hambrienta por vengar a la gente que le ha hecho mal a su familia".
Sophie, quien en cine figurará en 2018 en X-Men: Dark Phoenix y este año en Time Freak, Huntsville y en un corto de Berlin, I Love You, entiende que esta serie le dio más que popularidad y experiencia actoral. "Ahora tengo una mentalidad de negocio en esta industria porque me pude adaptar tan joven en un ambiente tan adulto. Desde entonces proyecté la carrera que quería tener y no he dejado de luchar por ella".