Jaime bailaba en la pista del Baby'O de Acapulco cuando, a lo lejos, miro a decenas de personas intentando acercarse a una mesa sin éxito. Varios guardespaldas impedían ver quien era el personaje que todos querían saludar hasta que Camil, se dio cuenta que era Luis Miguel.
Sin ganas de ser uno más de los interesados en acercarse, Jaime siguió con su fiesta hasta que, del otro lado de la pista, notó otra mesa donde había poca gente buscando una fotografía y un saludo. Ahí no había guardespaldas. No había alboroto. Solo sonrisas y autógrafos. Ahí, estaba sentado Bono de U2.