Adele -más sincera que nunca- confiesa varios de sus secretos
Aunque cuenta con uno de los perfiles de Instagram más seguidos del mundo, Adele se ha mantenido hasta ahora lejos de la red social Twitter por recomendación de sus colaboradores más cercanos, temerosos de que su carácter impulsivo y su gusto por las palabras malsonantes le acaben llevando a protagonizar alguna que otra disputa que trascienda a los medios de comunicación. Sin embargo, la intérprete ha revelado ahora, haciendo gala de la naturalidad que tanto le caracteriza, que ha encontrado una forma de sacar el máximo partido a la famosa plataforma de microblogging sin poner por ello en peligro su reputación.
"Estuve explorando Twitter un rato anoche. Nadie sabe que tengo una cuenta secreta, bueno ya se sabe porque lo acabo de decir. Me refiero a mis representantes y mi equipo. No me permiten tener Twitter porque la verdad es que suelo meter la pata con frecuencia, así que me privaron de ese privilegio", explicó la vocalista en su último concierto de Brisbane (Australia), demostrando una vez más que los intermedios de sus exitosos recitales constituyen la plataforma en la que se siente más cómoda para hablar con total sinceridad sobre su plano más íntimo.
De hecho, fue precisamente sobre el escenario de uno de los últimos espectáculos que ha venido ofreciendo en suelo australiano donde la artista confesó finalmente -tras varios años de especulaciones- que está casada con su compañero sentimental, Simon Konecki, quien además es el padre de su pequeño Angelo.
"El otro día trataba de recordar aquellos sentimientos que viví al principio de esa relación, la que inspiró el tema ['Someone Like You'], porque a pesar de lo dura que puede ser una ruptura, de lo amarga y horrible y caótica que puede llegar a ser, esa sensación de cuando te enamoras por primera vez es lo mejor que hay en este mundo y reconozco que soy adicta a ello. Obviamente, ya no puedo volver a atravesar esa etapa porque estoy casada. He encontrado a la persona que necesitaba", se sinceraba en la ciudad de Perth, ante de entonar los primeros compases del citado sencillo.
Pocos días después de lanzar semejante bomba informativa ante decenas de miles de espectadores, la extrovertida intérprete se encargaba personalmente de avisar a los asistentes a otro de sus conciertos de que esa noche no habría fuegos artificiales al final del evento, debido al pequeño accidente que vivió su hijo Angelo durante las pruebas pirotécnicas que tuvieron lugar durante los ensayos.
"Hemos estado ensayando mucho y hasta la noche de ayer teníamos fuegos artificiales preparados para ustedes. Y obviamente a todo el mundo le encantan los fuegos artificiales... Sin embargo, mi hijo estaba sentado entre el público, bueno, no había público como tal, eran básicamente cinco personas. El caso es que un trozo de algo, no era muy grande, era bastante pequeño... Un trozo de algún tipo de mi**** se le metió en el ojo y lo pasó muy mal, así que me he tenido que librar de los fuegos artificiales", aseguraba ante su público.
It's been revealed that #Adele sneaks into her concerts past unsuspecting fans by being wheeled to the stage in an equipment box pic.twitter.com/no2vQfeZkr
— KiSS 92.5 (@KiSS925) 13 de marzo de 2017
Por si fuera poco, durante una entrevista para The Sun, Adele confesó el misterioso método de transporte que tiene para ingresar a sus shows y de esta manera pasar totalmente desapercibida: una caja con ruedas. ¡Así como lo lees! La cantante se mete a una caja negra, que por lo general es confundida con equipamento del concierto, y de esta manera puede llegar al centro del escenario sin llamar la atención de sus miles de seguidores.