Conan Made In Mexico: O' Brien da cátedra a Televisa de cómo hacer un talk show

Televisa echó la casa por la ventana anunciando que anoche sería la esperada transmisión de Conán (sí, con acento en la á): Made In Mexico por Las Estrellas, simultáneamente con TBS USA, pero para quienes no contamos con cable y creemos en los servicios de streaming, ¡oh sorpresa! en web se transmitió Nosotros los guapos. Un contraste terrible tener al Vítor y al Albertano en lugar del esperado programa... y seguramente es por que será transmitido por Blim.

Conan venía de una racha de causar desconcierto tras desconcierto a su llegada al país: primero al ser recibido en el aeropuerto en exclusiva con un reportero de Televisa , segundo, porque realizó un episodio de la telenovela Mi Adorable Maldición; y tercero porque al menos los avances de sus sketches caían en estereotipos. Pero lo que no sabíamos es que Conan traía un as bajo la manga: la burla sería hacia él mismo. A ver si aprende la productora de Esta Noche Con Arath.

El show inició con un divertido sketch de cómo sería entrar a México si nuestros agentes fronterizos fueran tan difíciles como lo son los gringos con nosotros. A Conan le revisan la maleta y lo único que trae son bloqueadores para el sol. Desde ahí, se entendió el tono del show: sí iba a a caer en lugares comunes (entra por el desierto y no un aeropuerto, va con una quinceañera, acude a las luchas libres), pero en lugar de hacernos quedar mal como mexicanos, él se puso en el papel del dumb gringo. De hecho en el sketch de las luchas libres, se vistió de El Gallo Loco, y entrevistó a un luchador gay. Es decir, encontró la manera de ir en contra de los lugares comunes en estos mismos.

¿A qué vino Conan O'Brien a México? Quizá por rating, quizá para aprovechar la situación con Donald Trump. Lo que sí es cierto es que dentro de su exclusividad con Televisa, el conductor demostró que sí se puede hacer un gran talk show en México con los técnicos, sets y recursos de la televisora. Es decir el fracaso del penoso programa de Arath De La Torre no fue culpa de Televisa precisamente: sino de la productora, del guionista y el mismo conductor. Lo único que se necesita es creatividad.

Claro que no todo fueron aciertos en Conan: Made In Mexico. Las risas del público parecían exageradas y por momentos sonaban a risas pregrabadas de El Chavo, la banda Calibre 50 no necesariamente era el mejor representante musical para nosotros, y hubo algunos problemas de audio con Diego Luna. Lo cual nos lleva a los invitados.

Luna, quien normalmente niega sus raíces telenoveleras, estuvo muy simpático, aceptó sus orígenes en la misma televisora y supo cómo burlarse del conductor por su altura, su enorme peinado, y hasta brindaron con mezcal. Luna contó que la que considera como su primera relación sexual fue en una escena en cine a los 12 años. Diego habló de su carrera, de cómo ha evolucionado como latino en Estados Unidos y realmente le entró a la broma sin ningún tipo de prejuicio o incomodidad.

Después llegó el ex presidente de México, Vicente Fox, quien contribuyó al estereotipo al regalarle a Conan un par de botas, bastante horrorosas, aunque con una buena insignia: No Fucking Wall, Conan. La plática entre ellos tuvo un buen tono de sarcasmo sobre la evidente oposición de Fox contra Trump, Fox asegura que los muros no funcionan sobre todo cuando ambos países somos vecinos y prácticamente roomies y si Trump continúa con sus planes, la gran pérdida será para los Estados Unidos. No podemos olvidar que Fox fue el primer presidente en permitir la libertad de expresión plena en el país y el primero en burlarse de sí mismo y la entonces primera dama, Martha Sahagún. Y si no fuera por eso, Conan no hubiera invitado a ningún presidente... ¿o quién se hubiera atrevido a ir? Claro que no había necesidad de decir que los mexicanos somos "chiquitos pero picosos", después de todo la conductora no era Verónica Castro.