Adele retira pirotecnia de sus conciertos tras accidente de su hijo en ensayo
Fiel a la honestidad y la naturalidad con la que siempre se dirige a sus seguidores, la cantante Adele aprovechó un breve intermedio de su último concierto en la ciudad australiana de Perth para comunicar al público que, a diferencia de en la mayoría de sus presentaciones, en este caso se había suspendido el lanzamiento de fuegos artificiales al final del espectáculo debido a un pequeño accidente sufrido por su hijo Angelo (4) -fruto de su larga relación con Simon Konecki- durante el ensayo y las pruebas de sonido previas.
"Hemos estado ensayando mucho y hasta la noche de ayer teníamos fuegos artificiales preparados para ustedes. Y obviamente a todo el mundo le encantan los fuegos artificiales... Sin embargo, mi hijo estaba sentado entre el público, bueno, no había público como tal, eran básicamente cinco personas. El caso es que un trozo de algo, no era muy grande, era bastante pequeño... Un trozo de algún tipo de mi**** se le metió en el ojo y la pasó muy mal, así que me he tenido que librar de los fuegos artificiales", reveló durante su multitudinario concierto en el Domain Stadium de la ciudad.
Sin embargo, y quizá como consecuencia de la reacción de los espectadores ante semejante noticia, la intérprete inglesa no dudó en improvisar una encuesta para evaluar la respuesta de sus admiradores ante una decisión que en principio parecería anecdótica, sobre todo teniendo en cuenta que Adele es una artista eminentemente melódica, pero lo cierto es que el resultado de la prueba no fue precisamente el que esperaba la estrella de la música.
"Bueno, vale, tendremos que traerlos de nuevo la próxima vez", tuvo que ceder después de que la intensidad de los vítores, que debían medir el número de asistentes que deseaban el regreso de la pirotecnia, superaran a los abucheos que representaban a los espectadores que parecían estar de acuerdo con las medidas de seguridad tomadas por Adele.