Los 5 datos que debes saber de Manolo Caro y Eréndira Ibarra
Manolo, el cerebro detrás de todo
Manolo creció siendo el menor de muchos hermanos, en una familia caótica y según sus propias palabras “muy mexicana”.
A pesar de haber sufrido un secuestro, no le gusta verse a sí mismo como una víctima, y asegura que ha sacado lo mejor de esos momentos difíciles, lo que lo ha hecho más fuerte. “Si he hablado de mi secuestro es para mostrar apoyo a aquellos que han sido privados de su libertad”.
Al principio de su carrera fue ayudado por los actores Juan Manuel Bernal y Cecilia Suárez.
Dice que de niño, en vez de irse a jugar fútbol, se ponía escribir y a observar todo lo que pasaba a su alrededor. “Siempre fui bueno para contar historias”.
Actualmente considera que está en el mejor momento de su vida. “Estoy más pleno, más entero, más hombre”.
Eréndira, heredera de talento
Su infancia transcurrió trepando árboles en las montañas de California y los veranos en los estudios Churubusco.
Cuenta que cuando era niña sufrió de bullying por su aspecto físico: “usaba brackets y lentes de fondo de botella”, y todo esto afectó mucho su autoestima.
Su esposo, el modelo Fredd Londoño, le cambió la vida. No solo encontraron el amor, pero él la ha ayudado a cambiar su percepción de sí misma y su cuerpo. “Siempre le digo que gracias por voltearme a ver”.
Creyó que siempre iba a estar encasillada en el papel de “la mejor amiga” hasta que recientemente su carrera despegó y aún está en proceso de “creérsela”.
Asegura que fue influencia de sus padres el gusto por contar historias, ya que su mamá es amante del arte y del cine y siempre la llevaba al teatro y por el otro lado, veía las telenovelas que su padre, Epigmenio, producía.