Enrique Iglesias habla de la relación de su mamá con Mario Vargas Llosa
El cantante Enrique Iglesias está viviendo un momento de plenitud tanto en el terreno profesional como en el personal, un período de felicidad que además comparte con su madre, Isabel Preysler, quien a su vez disfruta de una estable relación sentimental con el escritor Mario Vargas Llosa.
"Yo veo a mi madre feliz y eso me hace a mí feliz. La verdad es que en mi familia y en lo personal todo va muy bien. No nos podemos quejar absolutamente de nada. Sí que han sido unos años difíciles para mi madre pero ahora, en este momento, está pasando por una etapa muy feliz en su vida", reconoció el intérprete en una entrevista al canal estadounidense Telemundo.
Poco después de la muerte de su tercer marido, el ex ministro Miguel Boyer, en septiembre de 2014, la que fuera mujer de Julio iglesias inició un mediático romance con el literato peruano que podría llevarla al altar una cuarta vez, siempre que Isabel se anime a dar una respuesta afirmativa a la petición de matrimonio que le ha hechoel premio Nobel, un tema que todavía le genera ciertas dudas.
Por su parte, el hijo de la socialité prefiere no pensar en planes de boda por el momento, aunque su duradera relación de quince años con la extenista Anna Kournikova sigue 'viento en popa' y eso lo lleva a no descartar la posibilidad de estrenarse como padre tan pronto como se encuentre en las circunstancias apropiadas para ello.
"Mi relación con Anna Kournikova va muy bien, viento en popa", aseguró el cantante en una entrevista a la cadena de Caracol TV, antes de ser cuesitonado sobre una posible boda. "¿Matrimonio? No sé, eso se lo tienes que preguntar a ella", respondió antes de confesar que al menos espera tener descendencia. "¿Hijos? Me encantaría tener hijos en un futuro", sentenció.
Al hacer un repaso a su pasado más reciente, Enrique tiene muy claro el error que no piensa volver a cometer nunca más: intentar agarrar un dron en pleno vuelo y arriesgarse a que las hélices del aparato le corten los dedos, como le ocurrió en un concierto reciente en Tijuana (México):
"Si te digo la verdad, con la adrenalina no lo pensé mucho. Me sorprendió la cantidad de sangre que estaba perdiendo y me dio un poco de pena y de vergüenza por el público que tenía justo delante, porque cada vez que movía la mano se veía sangre por todos lados. Pero no sentí dolor, el dolor lo sentí después de la operación, no durante el accidente. La verdad es que lo que hice fue una estupidez, no lo tenía que haber hecho", se lamentó el intérprete en conversación con el programa de televisión Prime