Recomendaciones de un papá novato
Obviamente recibí la típica recomendación: "duerme ahora que puedes". Y también claro que me encontré un experto en cada esquina. Todos "saben" demasiado de niños, o más bien, todo mundo te dice qué debes hacer aunque no logren que sus hijos les hagan caso o al menos que prueben un bocado de la comida que lleva una hora servida.
Lo cierto es que aunque me hubiera puesto a escuchar a todos esos personajes, aunque hubiese leído todos esos libros que me recomendaron/compraron, mis hijos me habrían hecho pipí a la hora de cambiarle el pañal.
Siempre seré un papá novato, lo tengo asumido. Tuve un segundo hijo y seguí sufriendo muchos tropiezos: accidentes al cambiar el pañal, dificultades para hacerlo dormir en sus primeros meses, golpes accidentales al cargarlo (desde aquellos donde al pasar por una puerta le das un leve golpe en la cabeza o cuando lo tratas de sentar en la silla de la camioneta y le pegas en la puerta), no medir la fuerza al jugar futbol y patearle un poco más fuerte de lo debido a la pelota... cosas de ese tipo.
Aprendas lo que aprendas con el primero, el segundo será muy diferente. Por ejemplo, digamos que tuvimos suerte con Emilio, quien hoy tiene tres años y medio. Durmió mucho, comió bien, lloró moderadamente... Y el segundo, Patricio, se despertaba constantemente, no comía bien, lloraba de una manera que hasta casi me hacía llorar de la desesperación. Lo bueno es que creció y se le quitó todo eso.
Así que yo creo que es muy difícil considerarse un experto. Son tan distintos los hijos y hay tantas cosas que aprender, que siempre de una u otra manera te sentirás novato.
Claro, hay cosas que sí puedo recomendar.
Por ejemplo, si tienes dos hijos menores de tres años y se van de vacaciones a la playa sólo en compañía de tu esposa y tus niños, ni se te ocurra hacer planes como el llevar un libro para leer mientras te meces en una hamaca o un juego de mesa para relajarte con tu esposa antes de dormir. ¡Imposible!
También aprendí que cuando tienes hijos, habrá fines de semana que te de gusto que llegue de visita tu suegra. Fines de semana, dije. Así podrás escaparte con tu esposa al cine o a ver a tus amigos. Es algo tan relajante, que querrás a tu suegra... Los fines de semana, dije.
Obviamente, con todo lo anterior, pues uno aprende a ser paciente. De hecho, eso lo aprendí desde que acompañaba a mi esposa con su ginecóloga. Aunque creo que ahí fui más tolerante que paciente, porque vaya que me caía mal esa doctora. Siempre se hacía la simpática con mi esposa, se burlaba de la torpeza de los esposos estando yo presente. No la tolero. Pero pues a mi esposa le da confianza así que la tengo que aguantar.
En realidad tú vida nunca vuelve a ser la misma de antes, cuando te dabas el lujo de despertarte tarde después de una borrachera, de hecho no recuerdo cuando fue la última vez que tuve una. Lo que es cierto es que ahora tus fines de semana son más divertidos en compañía de tus hijos: ver cómo crecen, jugar con ellos, enseñarles todas esas cosas que te enseñó tu papá cuando eras niño y una lista interminable que sólo tú podrás descubrir en el momento en que te conviertas en padre.
Como lo ves no hay un fórmula para aprender a ser el mejor papá del mundo, sólo te puedo decir que disfrutes esta etapa en tu vida porque se va volando.
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