Los cambios físicos que tenemos después de los 20 (quieras o no)
1. Puede aparecer acné. El acné no es algo exclusivo de la adolescencia, según un estudio el 45% de las mujeres norteamericanas de entre 21 y 26 años experimentan acné adulto. Además de los cambios hormonales, también puede ser causado por el estrés, los malos hábitos alimenticios y si es el caso, el tabaco.
2. Uñas débiles. Tal vez te des cuenta que tus uñas crecen más lentamente y se rompen con mayor facilidad que cuando estabas en la preparatoria, esto se debe a que su crecimiento comienza a deteriorarse con el tiempo. Recuerda que una buena alimentación rica en vitaminas C y B7.
3. Cara más delgada. En la adolescencia el rostro suele ser redondeado, pero conforme pasan los años, la producción de colágeno va disminuyendo y podrás notarlo cuando veas que tu cara se va afinando más, tus pómulos sobresalen y tus cachetes irán disminuyendo.
4. Metabolismo más lento. Si has llegado al punto en el que ves con nostalgia aquella época en la que podías comer pizza todos los días y recuperar tu peso en sólo unos días, entonces te habrás dado cuenta que tu metabolismo ya no funciona como antes y ahora te cuesta más trabajo perder esos kilos extras. Mantente en forma haciendo ejercicio y comiendo sanamente, si haces de esto un estilo de vida te será fácil.
5. La piel de ahora, es la piel del futuro. Tal vez no tengas ni una sola arruga o línea de expresión, pero recuerda que ese bronceado dorado que conseguiste después de pasar horas y horas bajo el sol, se verá reflejado en las arrugas que aparecerán en tus 40. Es importante que te protejas con bloqueador solar diariamente.
6. Cólicos más intensos. Si desde que llegó tu periodo has sufrido de fuertes cólicos, lamentamos decirte que esto puede empeorar en tus 20; esto se debe a que la producción de hormonas prostaglandinas aumentará, causando dismenorrea (periodos extremadamente dolorosos).
7. Nuevas curvas. Aunque ya no crecerás de estatura, puede ser que tus curvas sigan desarrollándose en esta etapa. Tal vez notes un aumento de tamaño en tu cadera, muslos y busto, algo que es totalmente normal debido a los cambios hormonales.
8. Cambios mentales. Todos estos cambios físicos te han hecho darte cuenta que ya eres un adulto, y comienzas a preocuparte más por lo que consumes y las consecuencias que tus actos tienen sobre tu cuerpo. Ahora que te conoces a la perfección, comienzas a buscar un nuevo estilo de vida que tu cuerpo pueda tolerar, y buscas las opciones más saludables.
9. Infecciones al por mayor. Si tienes una vida sexual activa, seguramente te enfrentarás a una infección vaginal en cualquier momento, sobre todo si cambias de pareja constantemente. Recuerda que tu eres la única responsable de protegerte, no sólo contra un embarazo no deseado, sino también contra las ETS. También podrías desarrollar una infección en las vías urinarias o los riñones debido a la mala alimentación, deshidratación y abuso de bebidas alcohólicas.
10. Huesos más fuertes. Tal vez ya no aumenten de tamaño, pero si se pondrán más fuertes. Esto no quiere decir que tu talla vaya a cambiar necesariamente, aunque si debes tener una buena alimentación que incluya una buena dosis de calcio y vitamina, además de mantenerte activa haciendo ejercicio para mantenerlos sanos y fuertes.