Ben McKenzie ya no es el niño bueno que era en The O.C.

En algún momento, por ahí del año 2003, Ben McKenzie era considerado el galán del momento. De la noche a la mañana al texano se le abrieron las puertas a la fama con la oportunidad de estelarizar The O.C., la serie que prosiguió el legado que años antes había dejado Dawson's Creek y que le abrió camino a otras del estilo como Gossip Girl.

En este entonces, Ben de 24 años se volvió una sensación con su actitud de "bad boy" y un físico muy masculino, un look muy tradicional, completamente diferente a las caras bonitas y extrovertidas personalidades que en ese entonces se veían en televisión. Él era más como un hombre curtido, de esos que parecen estrellas de acción. Eventualmente eso fue precisamente lo que terminó por hacer.

Al finalizar The O.C. en 2007, se puso el uniforme de policía de Southland y ahí se quedó de 2009 a 2013, un poquito debajo del radar. El año pasado volvió al centro de la cultura pop en Gotham con el personaje de Jim Gordon, el famoso detective aliado de Batman, papel que en otras ocasiones ha sido interpretado por actores como Gary Oldman o Pat Hingle, pero que para motivos de esta serie fue escrito especialmente para él. "Yo crecí en Texas en un lugar muy diferente a Hollywood o a Nueva York", explica Ben McKenzie sobre por qué cree que él era la opción ideal para hacer de James Gordon. "Fui educado más en línea con los valores tradicionales y, ya sabes, jugaba futbol, llevaba una vida muy cristiana, así que yo creo que eso es lo que vieron que le podía aportar a Jim".

¿Pero entonces se considera una persona conservadora? "Sí. Digo, no políticamente hablando, pero sí en cuanto a que soy más privado, más creyente en el trabajo duro y en la honestidad y la decencia", explica. Definitivamente una personalidad adecuada para hacerle de bueno en una serie sobre los inicios de Batman. "Estamos viviendo una era de anti-héroes, donde todo es perdernos en caos a la manera Breaking Bad", razona sobre su personaje que tampoco puede llamarse un héroe en toda la calidad de la palabra. "Significa que el mundo que estamos reflejando es más grande que cualquier persona. Nadie lo puede llegar a cambiar o a limpiar por completo y creo que eso es fascinante".

Curiosamente, Gotham no es su primer acercamiento con la mitología del Caballero de la Noche. En 2011, Ben Mckenzie fue el encargado de darle voz a Batman en la cinta animada 'Batman: Year One'. "Es chistoso porque haces un show como éste y de pronto todo mundo es fan de Batman. Tu tía en Topeka sale con que 'Soy la fan más grande'", acepta riendo. "Todo mundo tiene una conexión con él. No me había dado cuenta de eso hasta que filmamos el piloto. Ahí fue cuando me di cuenta, más me vale no arruinarlo porque hay mucha gente a la que le importa".

En su vida privada, Ben McKenzie no es un héroe de acción, de hecho es una persona muy tranquila. Él se considera un tipo tímido, pacífico y calladito. El año pasado bromeó con la revista Elle sobre que no podría siquiera abrir Tinder. Está soltero. En 2014 se le relacionó con Nina Dobrev por unas fotos en las que se les veía abrazados en Comic-Con, pero él ha negado rotundamente que alguna vez tuvieran una intención romántica.

Por ahora, McKenzie simplemente está feliz con la respuesta de los fans a la primera temporada de Gotham, que acaba de salir en DVD para aquellos que no la han visto, y está ansioso por el inicio de la segunda en otoño de este año. Como en Gotham, el súper poder de su persona no tiene que ver con magia o capas voladoras. Ben McKenzie es un héroe más humano y su don es la integridad.