"Ser papá es el mejor momento para un hombre", Martín Fuentes
Martín Fuentes se llena de emoción al hablar de sus hijas y de sus próximos planes de paternidad, y es que el piloto automovilístico no puede estar más feliz con Jacky y Carolina, fruto de su matrimonio con Jacky Bracamontes.
“Ser papá me cambió la vida de la noche a la mañana y si yo pudiera alentar a la gente que quiere esperar para ser papás, les diría que no lo hagan, la mejor situación en la que puede estar un hombre es ser padre”, nos dice Martín en entrevista para Quién®.
El feliz papá considera a sus hijas sus “princesas” y así habla de su personalidad: “Mis dos niñas son muy tiernas, tienen buen corazón, son muy nobles y tienen su carácter. Cada vez que ven a su papá se vuelven locas, cuando llego a casa, Jacky sale corriendo y gritando hacia mí”.
Aunque son una familia completa, le preguntamos si ya se encuentran en planes de tener más hijos: “¡Por supuesto que sí! Vamos a buscar el niño, si Dios quiere, si es otra niña, yo feliz. Yo creo que la familia la cerramos en tres, máximo cuatro, pero yo creo que tres hijos es un número idóneo”.
Martín nos comparte sus memorias en el día del nacimiento de sus hijas: “El día que nació Jacky fue un día con muchos sentimientos encontrados, pero a final de cuentas Dios tiene sus razones para hacer las cosas y resultó ser una bendición y Jacky fue un ángel que cayó del cielo y me cambió la vida de la noche a la mañana”.
“Cuando nació Carolina, yo estaba un poquito nervioso pero todo cambió porque fue de maravilla, todo fue muy similar al proceso del parto de mi primera hija, pero fue más sencillo y cuando finalmente nació, Carolina lloró, pesó muchísimo, fue de término y no prematura como mi princesita Jacky”, cuenta un emocionado papá.
¿Cuáles son las mayores satisfacciones que le han dado sus pequeñas? “Que tu hija te abrace y que te diga ‘papi’, es algo que no cambias por nada en el mundo. La primera vez que Jacky me dijo papá fue cuando repitió ‘pa-pa’ y se me salieron las lágrimas de felicidad, ahora ya lo hace con todo el significado y me lo dice con todas las mezclas, como ‘papi’ o ‘papito’”.
Como un apasionado de la velocidad y los deportes extremos, Martín comparte su pasión con su familia y nos cuenta que Jacky, su hija mayor, disfrutó hacer flyboard y esquiar con él, con todas las medidas de seguridad: “Donde le inculques aunque sea un poquito de miedo a la niña, ella lo percibe, así que lo traté de hacer de una forma en que ella se sintiera segura. Siempre estoy cuidándolas mucho, hasta en los detalles más pequeños”.
Pleno como papá, Martín agrega algo que considera importante, pues sus hijas le han enseñado a valorar el trabajo que hicieron sus padres con él: “Cuando nosotros vamos creciendo, no le damos el valor al esfuerzo que ponen nuestros padres en la educación y la entrega en sus hijos, es un trabajo de tiempo completo y un esfuerzo sobrehumano, hay que dar más del 100 por ciento, porque tus hijos se vuelven parte de tu alma”.
“No valoras el sacrificio que pusieron tus papás hasta que tu mismo te vuelves padre y yo le doy gracias a mi papá y a mi mamá porque ahora conozco el esfuerzo, desde levantarse a medianoche, darles de comer, siempre preocuparte si tu hija tiene fiebre y no sabes qué le pasa… ese tipo de cosas te enseñan los niños cuando eres padre”, finaliza Martín antes de despedirse de la entrevista y prepararse para festejar un Día del padre junto a sus princesas.
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