Relajado y sencillo, así fue el fin de Salma y su familia en Hollywood
Salma Hayek lució como toda una gran actriz y esposa de un billonario al salir a desayunar con su familia, en West Hollywood, con un elegante conjunto de falda y blusa blanca, que combinó de forma muy chic con un cinturón café y unas plataformas.
Su outfit, que seguro pertenece a Saint Laurent o a Gucci, algunas de las marcas de Kering, empresa de la que es dueño su esposo François-Henri Pinault, contrastó con su descuidado peinado y su look cansado.
Acostumbrado a lucir siempre impecable en cualquier evento de moda o red carpet, François-Henri también escogió un look muy informal, aunque a la moda, con unos jeans oscuros, tenis, y una playera.
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Junto con ellos iba la pequeña Valentina, de 7 años de edad, quien lució también muy casual y se entretuvo coloreando en el restaurante mientras Salma descansaba un poco la vista, al grado que casi pareció que se estaba quedando dormida en la mesa.
Aunque, tal vez su cara era de disgusto y no tanto de cansancio, pues la actriz de "Bandidas" tuvo que esperar a su esposo y a su hija una hora en la camioneta, junto con su asistente, antes de entrar juntos al café Mauro.
Sin embargo, parece que toda animosidad quedó atrás cuando, al salir de comer, fueron juntos de compras a la famosa boutique Fred Segal, donde el caballeroso Pinault se encargó de cargar las bolsas, mientras Salma llevaba a Valentina de la mano.