Los "big butts" se ponen de moda
El pasado mes de septiembre Jennifer Lopez lanzaba el videoclip promocional de su último álbum. El título de la canción, Booty, y las coreografías y estilismos del vídeo, con ella cantando a dúo con la australiana Iggy Azalea, ambas vestidas con sensuales trajes de baño y con la cámara enfocando, literalmente, sus derrières contoneándose, lo decían todo. Aquello no era solo una declaración de intenciones de Lopez, para presumir de cuerpo todavía a los 45 años. Sino, sobre todo, la reivindicación de que ella ha sido siempre el referente del trasero perfecto, la estrella sobre la que se rumoreó durante años incluso que se había asegurado esa parte del cuerpo por una cifra millonaria.
Ambas cantantes se sumaban así a una nueva moda ya consolidada: el big butt. Probablemente, por primera vez en la historia, el patrón de belleza es un trasero prominente, como en la década de los ochenta y los noventa fueron los senos, antes de que llegara la extrema delgadez de las modelos. Y Jennifer Lopez fue una de las pioneras, sí. Pero quienes han creado de verdad esta tendencia han sido personajes como Beyoncé, reina absoluta de la cultura de masas hoy, y Kim Kardashian, que ha sabido alcanzar la cima de la fama (portada de Vogue incluida) con un curriculum en el que destaca un reality show, un video porno casero y un gran derrière.
Kim Kardashian invade internet con portada al desnudo.
El nuevo fenómeno, sin embargo, no se queda ahí, en ese videoclip o en las fotos que publican en sus redes sociales Beyoncé y Kardashian, o Rihanna, Sofía Vergara o Nicki Minaj, también célebres por su anatomía trasera, sino que ha trascendido ya a la sociedad. "Antes llegaban a la consulta pacientes con fotos de famosos y nos pedían que les operásemos la nariz para tenerla como ellos. Ahora pasa lo mismo, pero aparecen con imágenes de sus glúteos", nos confirma Scott Glasberg, presidente de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos. La gluteoplastia, como se denomina a esta intervención para aumentar el tamaño de los glúteos, se ha convertido en una de las operaciones de cirugía más demandadas, en un fenómeno que los cirujanos, como explica Glasberg, analizan sorprendidos.
En primer lugar, porque, como nos destaca el cirujano en Beverly Hills John Diaz, es una operación que, según las estadísticas, genera muchos trastornos a las pacientes. En total, casi cuatro de cada diez tienen problemas posteriores. "Y eso hace que algunos especialistas, como yo, prefiramos no realizarlas. Es un índice de complicaciones demasiado alto".
Pero, además, porque esta tendencia en auge, que no distingue de razas, lo que la hace también novedosa, como apunta Glasberg, es la confirmación de cómo ha cambiado la influencia que algunas celebrities tienen en la sociedad o de cómo puede variar el patrón de belleza que se difunde en los medios de comunicación y en las redes sociales.
Como explica el cirujano, "antes debían pasar 10 o 15 años para que se consolidara una moda y llegara alguien solicitándolo. Ahora, en cambio, todo pasa mucho más rápido. Se generan tendencias de un día para otro y muchas pacientes enseguida quieren pasar por el quirófano".
Es decir, si la teoría del caos establecía que el batir de las alas de una mariposa en Tokio podía provocar un tsunami en Ámsterdam, ahora el vaivén de las caderas de Beyoncé en México puede provocar que un millar más de neoyorquinas corran al cirujano con el video en el iPhone en una mano y la tarjeta de crédito en la otra.