Así fue el último día del príncipe Carlos en México
En un fluido español, el dignatario inglés agradeció a las autoridades del estado el cordial recibimiento para su esposa y la comitiva que lo acompañó, en su cuarto y último día de actividades de su gira oficial por México.
"Muchas gracias por su amable bienvenida, es un placer para mi esposa y para mí estar por primera vez en Nuevo León, en el cierre de nuestra visita a México", dijo el príncipe.
La pareja real llegó a la 13:40 horas al interior del Horno 3 del Parque Fundidora, donde un grupo de jóvenes los recibió con aplausos y porras, y ondeando banderitas de Gran Bretaña.
- El príncipe Carlos baila al ritmo de El Sarao en Campeche.
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El príncipe Carlos convive con Enrique Peña, Angélica Rivera y Sofía Castro.
Durante la entrada al recinto, el príncipe Carlos saludó de mano a algunos de los asistentes, escoltado por su guardia real y elementos del Estado Mayor Presidencial.
Originalmente todo el protocolo de recepción se efectuaría al aire libre en la Explanada de los Sopladores del Parque, en donde fue instalada una alfombra roja, pero todo el programa se cambió a última hora debido a una lluvia constante.
El príncipe vestía un traje en color azul marino, con camisa y corbata en color lila, mientras que la duquesa lucía un elegante vestido en color beige y bolsa crema, ambos con una rosa de color rojo en la solapa.
La comitiva británica, encabezada por el príncipe y la duquesa, fue recibida por el secretario de Economía federal, Ildefonso Guajardo Villareal, así como por el gobernador Rodrigo Medina de la Cruz y su esposa, Gretta Salinas.
Los dignatarios llegaron acompañados por el embajador del Reino Unido en México, Duncan Taylor, y el embajador de México en el Reino Unido, Diego Gómez Pickering, junto con funcionarios del gobierno británico.
Luego de una breve ceremonia de bienvenida, los visitantes recibieron una explicación relativa a la historia y desarrollo de la industria en esta entidad, por parte del empresario Raúl Gutiérrez Muguerza.
El príncipe Carlos y la duquesa de Cornwall recorrieron una muestra gastronómica, en medio del olor a sabroso cabrito de la región, que era preparado, además de otros platillos típicos de la entidad.
Como parte del recibimiento, banderas de México y Gran Bretaña ondeaban en las instalaciones de uno de los hornos de la desaparecida Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, misma que dejó de operar en el año de 1986.
En reconocimiento a su primera visita a la entidad, el gobierno estatal entregó un regalo a la pareja real que consistió en unas elegantes monturas, cintos y otros suvenirs elaborados por un grupo de artesanos de la localidad.
En su intervención, el gobernador de Nuevo León le agradeció a la pareja real su visita a la entidad y le explicó la importancia del estado en el contexto nacional, así como a nivel internacional.
"A nombre de todo el pueblo de Nuevo León les doy la más cordial bienvenida a esta capital industrial de México, donde conocerán la calidez, la belleza de nuestros paisajes y las fortalezas de nuestra entidad", dijo Medina de la Cruz.
Durante el acto de bienvenida, el Ballet Folklórico Monterrey bailó al ritmo de chotis algunas tradicionales piezas musicales de Nuevo León, y de manera improvisada la duquesa alzó su mano para saludar a varios de los bailarines.
Ellas, vestidas con faldas largas y botines, y ellos con chamarras de cuero, sombrero y botas norteñas, ejecutaron con alegría y colorido las pegajosas melodías interpretadas por el grupo de música regional "Esencias".
Llamó gratamente la atención de los visitantes un autobús antiguo de dos pisos, en color rojo, estacionado cerca de unas chimeneas, el cual desde hace décadas es utilizado en el transporte urbano en Londres, Inglaterra.
La típica unidad inglesa trasladó a la duquesa hasta la Explanada del Museo de Historia Mexicana, donde acompañada por Gretta Salinas, hizo un recorrido por el recinto cultural y luego se dirigió a Palacio de Gobierno.
Además, la esposa del príncipe de Gales fue informada sobre las tradiciones culturales, educativas, gastronómicas y las artes de Nuevo León, y recibió varios obsequios de las autoridades estatales.
Mientras Camila disfrutaba la agenda cultural, el príncipe Carlos sostuvo una reunión con el denominado "Grupo de los Diez", que aglutina a los capitanes de empresa más importantes de la entidad.
El selecto encuentro privado se efectuó en el Planetario Alfa, y los hombres de negocios le expusieron al visitante las potencialidades de las corporaciones regiomontanas y su cercana relación con los empresarios británicos.
La estancia de unas cuantas horas del Príncipe Carlos y su esposa Camila fue resguardada bajo estrictas medidas de seguridad por elementos del Estado Mayor Presidencial, con apoyo de corporaciones policiales de la entidad.
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