Amanda Bynes es acusada de robar en una tienda de Nueva York
Después de ser expulsada del Fashion Institute of Design and Merchandising de California por acudir a clase drogada y por pagar a sus compañeros para que hicieran sus tareas por ella, la joven Amanda Bynes ha vuelto a convertirse en el centro de la polémica al ser detenida por el personal de seguridad de los almacenes neoyorquinos Barneys este miércoles cuando intentaba abandonar la tienda llevando puesto un sombrero que no había pagado.
Después de ser expulsada del Fashion Institute of Design and Merchandising de California por acudir a clase drogada y por pagar a sus compañeros para que hicieran sus tareas por ella, la joven Amanda Bynes ha vuelto a convertirse en el centro de la polémica al ser detenida por el personal de seguridad de los almacenes neoyorquinos Barneys este miércoles cuando intentaba abandonar la tienda llevando puesto un sombrero que no había pagado. Por suerte para la actriz, los responsables del prestigioso Barneys decidieron dejarla marchar sin presentar cargos a condición de que firmara una declaración jurada aceptando no volver a visitar el establecimiento. "La policía recibió una llamada alertando sobre un intento de robo. Amanda Bynes se colocó un sombrero y salió de la tienda. El personal de seguridad la llevó de vuelta al interior de la tienda y llamó a la policía, pero finalmente decidieron dejarla marchar. Cuando los agentes llegaron a Barneys, ella ya se había ido", aseguró un portavoz del departamento de policía de Nueva York. Amanda ha insistido en que este nuevo escándalo no es más que un mal entendido, ya que en ningún momento tuvo intención de robar el sombrero, sino que únicamente trataba de huir de algunas personas que estaban intentando fotografiarla, por lo que un guardia de seguridad le habría dado permiso para abandonar el local. "Salí de la tienda para coger el bolso que había dejado en mi coche. Un hombre y una mujer habían estado acosándome, intentando sacarme fotografías. Eran paparazzi de incógnito. Cuando atravesé la puerta, las alarmas saltaron. No me había dado cuenta de que todavía llevaba la gorra, que tenía intención de pagar, solo que aún no había terminado mis compras. Básicamente, tuve que irme. Me pidieron que no volviese más a Barneys, pero bueno, no es nada grave", aseguró Amanda, quien fue detenida por conducir bajo la influencia de las drogas la semana pasada.