Miranda cuenta que le encantaría estar con Orlando pero es “imposible”

A pesar de la súbita separación que protagonizaron Orlando Bloom y Miranda Kerr a finales de año, la pareja siempre ha dejado claro que el cariño que sienten el uno por el otro y las necesidades de su pequeño Flynn les han hecho mantenerse muy "unidos" en los meses siguientes a la ruptura. Para insistir en la idea de que el fin del amor no implica la desaparición de su vínculo afectivo, la estrella de las pasarelas confiesa orgullosa que sigue hablando a diario con su exmarido y, además, que ambos disfrutan todavía de una "platónica" relación.

"Claro que hablamos todos los días, hemos vivido muchos años juntos y tenemos un hijo pequeño del que encargarnos. Seguimos siendo una familia muy unida en la que reina la paz y el amor. Tenemos una relación muy fuerte que nos acompañará toda la vida. No puedo negar que a veces tengo la impresión de que funciona como una relación platónica: nos encantaría estar juntos, pero es imposible", se sinceró la modelo en una entrevista a la edición británica de Harper's Bazaar.

La popular maniquí se ha negado en todo este tiempo a exhibir cualquier gesto o actitud que pueda transmitir tristeza y decepción, principalmente por su deseo de restar dramatismo a la separación y, sobre todo, porque está convencida de que el futuro estará lleno de satisfacciones para una pareja que sigue compenetrándose a la perfección: dos comprometidos padres que siguen tan "conectados" como siempre.

"Soy muy afortunada de tenerle a él como padre de mi hijo; la verdad es que no podría desear que otra persona ocupara ese lugar. Es cierto que hemos tenido que atravesar un sinfín de obstáculos juntos que, en ocasiones, nos han dado más de un disgusto, pero seguimos teniendo esa conexión especial de los primeros años y nos organizamos perfectamente en el plano doméstico. Me hubiera gustado que lo nuestro funcionara, pero prefiero afrontar la vida con optimismo y con la certeza de que estamos haciendo un gran trabajo como padres", apuntó.