“No contaban con su astucia”… internacional
La garrotera, la chiripiorca y las pastillas de chiquitolina le dieron la vuelta al mundo así como sus frases célebres: "no contaban con mi astucia", “fue sin querer queriendo”, “se me chispoteó”, "y ahora, quien podrá salvarnos", “es que no me tienes paciencia”, “síganme los buenos”, "¡Ahora sí te descalabro los cachetes de marrana flaca!", entre muchas más que nos remiten a un comediante sin igual que no necesita de presentaciones.
Ni el mismo Roberto Gómez Bolaños, como reconoció en un Twitcam, se explicó el porqué del éxito de sus programas y personajes.
México fue descubierto en innumerables países gracias a los programas de Chespirito, que de alguna forma y especialmente en Sudamérica, cobraron fama por el sentido de pertenencia de la condición social y familiar de los habitantes de la vecindad del Chavo. Otros ingredientes fueron el buen humor, los valores, el que los actores no usaran apuntador y la picardía en los parlamentos, que sólo pudieron haber sido escritos por un buen escritor de comedia y con un amplio bagaje de la cultura popular y el manejo del idioma como Bolaños.
Chespirito fue de los grandes humoristas del país junto con Tin Tan, pero su popularidad en todo el mundo lo colocó al nivel de comediantes de la talla de Charles Chaplin, Harold Lloyd y Buster Keaton. El mismo Roberto, con sencillez en la palabra, declaró en algún momento que su nivel de fama superó al de Cantiflas y Chaplin, inclusive en el programa "Cómicos y Canciones" le robó pantalla a Viruta y Capulina con su chispa y talento como actor, virtud que descubrió a sus 29 años en este programa.
Además, el escritor y productor mexicano importó de Estados Unidos la Sitcom o comedia de situaciones, series televisivas que surgieron en los 60´s y se distinguieron por incluir risas grabadas o en vivo y desarrollar sus episodios en los mismos lugares y personajes.
Ni las campañas de desprestigio que se suscitaron por competencia entre televisoras, pudieron con el éxito absoluto del “Chavo del 8” y el “Chapulín Colorado”. La fiebre se extendió por Brasil, Argentina, Chile, Perú, Venezuela, Panamá y Estados Unidos, a pesar de que el escenario y lenguaje de sus programas estaban planteados desde esquemas chilangos.
El viejo continente también se vio contagiado por el humor de Chespirito, especialmente España, Portugal y Andalucía, donde se convirtió en el programa de televisión más visto en 1995. También se vio en África, desde donde el comediante recibió mensajes en su cuenta de Twitter, que alcanzó 1,8 millones de seguidores entre amistades y fans, con quienes se mantiene en comunicación.
EN PORTUGUÉS
En Brasil sus programas fueron transmitidos por el canal SBT desde los 80´s y superaron el raiting del “Show de Xuxa”, uno de los preferidos de los televidentes. En este país el Chavo fue bautizado como “Chaves” y fue desde donde Chespirito recibió los tweets más conmovedores en reconocimiento a su trabajo.
Otro de los países que Chespirito conquistó fue Argentina, donde abarrotó con su show el auditorio Luna Park en más de 16 funciones. En Chile, llenó dos veces el estadio de fútbol de Santiago en 1977 y desbordó el parque Quinta Vergara, en Viña del Mar. En Venezuela sus programas continúan transmitiéndose con un raiting muy alto; en 1983 llenó en dos ocasiones el Madison Square Garden de la ciudad de Nueva York con su espectáculo.
Chespirito recorrió todo Sudamérica con excepción de Cuba, país en el que sus programas fueron censurados por tener contenido de crítica social; no bastó que el “Dr. Chapatín” siempre mantuviera bien guardadas "las malas palabras y los malos consejos" en la bolsa de estraza que llevaba en su mano en todo momento.
Entre los 70´s y los 90´s, los programas de Chespirito fueron transmitidos simultáneamente y de forma ininterrumpida en por lo menos 20 países y hasta el día de hoy, después de cuatro décadas de su debut, sigue vigente en Latinoamérica, España, Angola, Rusia, India y México.
"Los Simpsons" también hacen referencia al comediante mexicano. Los personajes amarillos de la famosa serie estadounidense, retoman frases en español y referencias de la cultura mexicana en 27 capítulos en las primeras nueve temporadas. En uno de los capítulos Chespirito superó al payaso Krusty en el gusto de los chicos de Springfield.
Roberto Gómez Fernández, hijo de Chespirito, y quien se encuentra a la cabeza de la producción de su padre en Televisa, aseguró que no hay día en que no lleguen, de todas partes y de empresas de todos los rubros, propuestas de merchandising con los personajes de Chespirito. Prueba de ello es que cada año se lanza algún producto relacionado al “Chavo del 8” o al “Chapulín Colorado”.
Discos, souvenirs y regalías por la transmisión de sus programas en Europa, Sudamérica y hasta en África, son fruto del amor y pasión que inyectó Bolaños en su trabajo, reconocido en el homenaje "América celebra a Chespirito". El programa del “Chavo del 8” ha sido visto por más de 350 millones de personas a la semana y se ha doblado en diversos idiomas entre ellos alemán, japonés, portugués, ruso, francés e italiano. En este último país lleva el nombre de Cecco della Botte y los nombres de los personajes son Cecco (El Chavo), Sig. Bartolomeo (Don Ramón), Chicco (Quico), Cacciapalle, (Profesor Girafales) Chiquirita (Chilindrina) y La Strega del 71 (Doña Clotilde).
EN JAPONÉS
Las historietas del “Chavo del 8” y “Chapulín Colorado”, que salieron a la venta en México en 1974, también se internacionalizaron. En México y países vecinos se publicaban semanalmente y costaban dos pesos mexicanos, después llegaron a venderse en 4 y 6. La primeras historietas en las que también se incluyeron al “Dr. Chapatín” y “los Caquitos”, (El Chómpiras y el Botija), fueron escritas por Chespirito, posteriormente,su hermano Horacio Gómez, quien interpretó a Godinez, fue quien se hizo cargo de las historias. También fueron distribuidas en Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominicana, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Roberto Gómez Bolaños tiene un acervo de mil 278 capítulos, en los que se incluyen los episodios del “Chavo del 8”, el “Chapulín Colorado”, los entremés y los que pertenecen al programa “Chespirito”; aunque algunos de los capítulos se perdieron con el paso de los años. En 1995 se grabó el último programa del “Chavo del 8” debido a varios factores, entre ellos que los actores Raúl Padilla, Angelines Fernández y Edgar Vivar, tuvieron que renunciar al programa por problemas de salud, además Chespirito, de casi 70 años en esa época, consideró inapropiado continuar con su papel. El fin de su programa cerró y marcó la historia de la televisión humorística latinoamericana, aunque el corazón amarillo del Chapulín Colorado continúa y seguramente continuará vivo entre mexicanos y extranjeros.