Jessica Simpson deja los kilos de más muy en el pasado
Han sido arduos los intentos de la cantante por bajar de peso desde que su figura sufriera un cambio drástico cuando estaba embarazada de su primera hija. En ese entonces, la actriz hizo un contrato con la empresa "Weight Watchers" por aproximadamente 4 millones de dólares en el que la cantante y ahora diseñadora se comprometió a perder 58 kilos.
El reto parecía imposible, sobre todo con la noticia un año después de que estaba esperando a su segundo bebé, momento del que muchos dieron un mal pronóstico para su figura. No obstante, Jessica procuró su peso en este segundo embarazo trabajando en su dieta y monitoreándose con "Weight Watchers". El día de hoy Jessica Simpson demostró que "querer es poder" y con esta figura fue captada en el aeropuerto de Los Ángeles.
Luego del nacimiento de Ace Knute, Jessica confesó a "US Magazine" que este año su deseo era casarse con su novio Eric Johnson, por lo que se prometió a sí misma obtener la figura perfecta, digna de un lindo vestido de novia. "Saber que tengo la boda en puerta es un incentivo para quedarme con 'Weight Watchers', cuento mis puntos y sigo en el gimnasio. Quiero decir, cuando vean mi vestido (de novia) lo sabrán", dijo.
Y desde hace unas semanas no ha parado de presumir su cuerpo en las redes sociales, el cual, día a día ha recuperado con esfuerzo en el gimnasio y una rigurosa dieta. Hace unos días, fue vista usando leggings de piel a juego con pointy shoes del mismo color, lo mismo que la blusa y el abrigo que llevaba puesto, prendas que delineaban su figura favorablemente.
"Cuando estaba embarazada de Ace, mi segundo hijo, ya estaba bajo observación de 'Weight Watchers' y ya había bajado más de 22 kilos, por lo que no descuidé mi forma de comer. Ya estaba mucho más saludable y me mantenía activa, sobre todo cuando Maxwell comenzó a caminar, dijo Simpson.