La crónica de la boda de Sherlyn y Gerardo Islas
Se puso muy guapo. El pequeño muelle que habita exactamente en Punta Nizuc -localizada en Cancún, Quintana Roo- desde el mediodía del sábado 28 de septiembre comenzó a ser decorado con flores, telas, luces y un candelabro blanco al centro del techo que lo dejaron verdaderamente coqueto para recibir a sus invitados.
Tiempo más tarde hizo su arribo la hora de la cita. A las 18:30, mientras el sol dejaba una estela de tonos anaranjados en el cielo tras ocultarse en el Mar Caribe, los integrantes de una pequeña orquesta ocupaban unas sillas colocadas en el escalón que permite descender del muelle a esas aguas que por estar localizadas en una diminuta bahía son tan tranquilas como transparentes.
Los primeros en cruzar el puente de madera fueron los Testigos del enlace de la boda por lo civil de la actriz Sherlyn González Díaz (27 años) y el político y empresario Gerardo Islas Maldonado (29 años), quien actualmente es presidente del Partido Nueva Alianza en Puebla. No eran pocos. Exactamente 30 hombres y mujeres fueron seleccionados por los novios para poner sus rúbricas en el acta de matrimonio (15 por parte de la novia y el mismo número por parte del novio). Había de todo un poco. Los familiares de la pareja ocuparon las primeras sillas y en las de atrás se mezclaron los políticos y cantantes con las actrices y los empresarios.
De inmediato se dio el banderazo de salida para el deporte favorito de muchas mujeres: escanear con rapidez pero detenimiento el outfit de las otras integrantes de su gremio. Para este enlace el dress code femenino fue el color azul en cualquiera de sus variedades debido a que la novia pretendía "crear una armonía con los tonos del mar". De paso, se protegió de que a alguien más se le ocurriera llegar de blanco a su gran noche.
En el costado derecho del puente ocuparon sus asientos las actrices Lilia Aragón, Isaura Espinoza y Beatriz Moreno. Detrás de ellas se ubicaba la ex Miss Universo Alicia Machado quien, contrario a la regla, llegó enfundada en un escotado vestido con un diseño en brillantes líneas rojas. El actor Gabriel Soto y su pareja Geraldine Bazán, quien por cierto presumía a la menor provocación su pancita de embarazada, también se ubicaron en ese lado del estrecho espacio acompañados de su pequeña hija.
Del terreno de la política atestiguaron el enlace la senadora del Partido Acción Nacional (PAN), Mariana Gómez del Campo; la senadora del Partido Nueva Alianza (PANAL), Mónica Arriola Gordillo (hija de la maestra Elba Esther Gordillo) así como el presidente nacional del PANAL, Luis Castro. En representación de Rafael Moreno Valle, gobernador del estado de Puebla, asistió uno de sus funcionarios de más confianza: Marcelo García Almaguer. José Antonio Gali Fayad, presidente Municipal de Puebla electo, y su hijo Tony Gali también fueron convocados para firmar el libro de los Testigos.
El hermano del cantante Luis Miguel, Alejandro Gallego Basteri -socio y gran amigo de Gerardo- estuvo acompañado de su noviaCarolyn Robredo Leigh con quien según el Blog Cuna de Grillos (@Cunadegrillos) ya se le había visto desdejunio pasado en el segundo aniversario del Grupo Sexenio Comunicaciones, donde "Picha" -como le llaman sus amigos a Alex- es Presidente del Consejo Directivo.
En este selecto grupo también destacó el rostro de Miguel Torruco Jr. Vicepresidente de Mercadotecnia de Sexenio y a quien su nombre y apellido delatan ser el hijo del secretario de Turismo del DF, Miguel Torruco Marqués que, abonando al tema de los parentescos, es consuegro del favorito de la lista de los millonarios de Forbes: Carlos Slim Helú.
Pocos minutos después las luces de las cámaras de video y los flashes de los fotógrafos anunciaron que se aproximaban los novios. Primero, Gerardo desfiló por el camino del centro de los invitados tomado del brazo de su mamá Fabiola Maldonado Naude. Ella, con un vestido jaspeado en diferentes tonos de azul. Él, con un traje blanco que tenía bordadas las iniciales S&G (Sherlyn y Gerardo) en la parte de la etiqueta del saco y que fue hecho exclusivamente para la ocasión por el sastre Jorge Sade.
La marcha nupcial fue el preámbulo para adivinar que venía Sherlyn. En seguida la novia apareció tomada de la mano izquierda de su mamá mientras que en la mano derecha sostenía un ramo de flores naturales. En ese momento se reveló el secreto mejor guardado por parte de la actriz: su vestido. Largo, con los hombros y la espalda descubiertos y tirantes de encaje. Una creación de la firma mexicana Rafael Couture.
Sin embargo, como lo marca la tradición, fue el papá de Sherlyn quien entregó a su hija a su futuro marido todavía no en el altar, sino en esa especie de capillita acondicionada en el muelle donde había una mesa blanca para las firmas necesarias.
La jueza Mari Cruz Puch fue la encargada de realizar el acto protocolario de la boda por lo civil; de compartir una palabras con los novios; de llamar a cada uno de los testigos para firmar el acta de matrimonio y, particularmente, de interrogar si el uno se quería casar con el otro. Cuando llegó el momento de preguntarle a Sherlyn si aceptaba como esposo a Gerardo la novia rápidamente abrió los brazos y gritó emocionada: "¡Sí, acepto!".
El arroz destinado para aventarles a los novios una vez convertidos en marido y mujer fue reservado para la boda religiosa. Esta ceremonia está planeada celebrarse los primeros meses del próximo 2014 en el estado de Puebla.
Y LA FIESTA COMENZÓ
Todo estaba perfectamente planeado. Ya convertida en la señora de Islas, Sherlyn se cambiaría de vestido para la fiesta. Y así lo hizo. La actriz apareció en la zona del restaurante La Punta Grill & Lounge -ubicado a unos cuantos pasos del muelle de Punta Nizuc y dentro del hotel Nizuc Resort & Spa-, vestida con otro traje de novia. Esta vez el diseño fue de Verónica Díaz Montalvo, originaria de Mérida, Yucatán, y una de las grandes promesas de la moda según el jurado de ELLE México Diseña en 2012.
Para entonces los cerca de 200 invitados ya se encontraban dispuestos a recibir a los recién casados en las salas tipo lounge y periqueras que fueron colocadas entre el restaurante y la alberca del hotel. Las copas de champaña inmediatamente encontraron a su dueño. Acto seguido, Sherlyn y Gerardo entraron a la fiesta. Los aplausos se les fueron encima y, con micrófono en mano, dieron un pequeño discurso para agradecer la presencia de todos los viajaron a Cancún para acompañarlos.
Más adelante la pareja bailó su canción de boda "Para dedicarme a ti", interpretada por el solista Tony Rosher, calificado por el portal Sexenio como "la promesa musical poblana". Los fuegos artificiales reflejados en el mar indicaron que la fiesta había comenzado. El DJ Darío Gómez, traído directamente del Baby'O, no tardó en reunir a los invitados en la pista.
En la terraza de La Punta Grill el francés Vincent Wallez (Chef Ejecutivo del hotel Nizuc) montó un bufete de sushis y otras exquisiteces de mariscos. Unas horas más tarde el mismo espacio fue ocupado por una amplia variedad de postres que les provocaron bajar la guardia a los más renuentes a esos orgasmos para el paladar.
Del otro lado no podía faltar la mesa de Munchies con chicarrones, cacahuates, papitas y esas cosas del Demonio. La champaña, el tequila, el vodka y el whisky no dejaron de circular sobre las charolas de los meseros pues, a pesar de estar en un espacio abierto, el calorcito caribeño no le dio tregua a nadie.
Las primeras horas del día siguiente saludaron a los que se adueñaron de la pista. Los ritmos que salían de las grandes bocinas eran tan distintos como los invitados a la boda; tan fuertes como los conflictos entre algunos personajes políticos ahí presentes; tan conocidos como rostros de los actores y las actrices pero, sobre todo, esos ritmos musicales eran tan alegres como los protagonistas de esta historia.
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