¿Por qué la relación de Eiza y Liam causa tanta controversia?

No tengo por qué mentir. Cuando primero escuché la noticia de la supuesta relación entre Eiza González y Liam Hemsworth, no lo creí. "¿Eiza y Liam? ¡Imposible! ¡No tienen nada en común! ¿Por qué habrían de conocerse?" Luego vi las fotos y no tuve más que creerlo --ya cuando sacaron las imágenes del beso fue difícil pensar "ese debe ser fotomonaje como el de Lucía Méndez".

Así que pasé del "No es cierto" al "Lleva dos días viviendo en Los Ángeles y ya tiene de novio a uno de los Hemsworth, ¡que escriba un libro con la receta!" Pero resulta que allá afuera la gente no pensaba como yo. Leyendo los comentarios que los lectores de Quién.com dejaban en las notas referentes al tema, y oyendo lo que las personas decían en el pasillo de la oficina me dí cuenta que la reacción ante el suceso era francamente de aberración.

¿Pero por qué?

Así la cosa. Personajes como Eiza González, como Belinda, como Danna Paola, tienden a dividir opiniones. Con ellas es muy sencillo, o las amas o las odias (o te importa tan poco el tema que las confundes). Las fans de Eiza no son las que están lanzando fuego por los ojos con la noticia. Ellas probablemente estén felices por "su artista", pero son las y los que están en contra los que hacen sonar su voz más fuerte.

¿Cómo es posible que una actriz de telenovelas de Televisa esté viviendo su propio Love Actually con el mismísimo Gale Hawthorne? Nos parece inconcebible que una estrella que empezó su carrera en 'Lola...Érase una vez' pueda siquiera pisar el mismo metro cúbico de cemento que un galán de 'Hunger Games'. Y créanme que lo entiendo, si de pronto resultara que Zoraida Gómez es la nueva "sin ti soy nada" de Josh Hutcherson yo también estaría buscando la receta casera del antrax.

Pero dejemos la intensidad a un lado por un momento. ¿Realmente importa el de dónde viene Eiza para medir lo mucho o poco que se merece a Liam Hemsworth? Sí, el australiano está en una de las franquicias del cine más importantes de los últimos cinco años, pero hablando de últimos cinco años, él lleva varios más sin hacer algo de verdadera relevancia en su carrera. No lo comparemos tampoco con un Daniel Day-Lewis. De hecho, si somos objetivos, Liam también empezó su historia en las telenovelas. En el melodrama australiano 'Neighbours' para ser precisos.

Lo que nos da cosquillas en el músculo de la crítica es en gran medida el malinchismo nacional. Y no estoy diciendo que todos lo tengamos, pero sí creo que vivimos en un país en el que nos cuesta trabajo ver a otro subir sin querer empujarle la escalera de abajo y verlo caer de boca. Levanten la mano si han estado en esa situación...........ya pueden bajarla.

Que Eiza González, una mujer que de por sí en su país no ha logrado ganarse el respeto que digamos tiene una Diana Bracho o una Cecilia Suárez (y ni ellas pueden presumir de ser monedita de oro) esté teniendo éxito en el país que se ha caracterizado por darle fama a figuras como Snooki y Tara Reid, nos arde. Y nos pica abajo de la lengua porque en gran medida sabemos que con tantito que Eiza maneje bien la situación en la que está metida, va que vuela para la próxima Stacey Keibler.

A mí más bien me dan ganas de aplaudirle. En tan sólo dos días se ha convertido en el tema de mesa favorito de su país, y más allá de eso su cara ya se encuentra en las notas más comentadas de blogs internacionales. Blogs que se preguntan, ¿quién es ella? ¿de dónde salió? Hoy me tocó leer uno en el que la llamaban: "Una joven Jessica Alba". ¡Jessica Alba! Sólo por ser latina, debió ser, porque fuera de eso no le puedo encontrar ningún parecido. Lo cierto es que ese tipo de publicidad no se compra con nada. Y Eiza no tuvo más que pararse en Las Vegas para conseguirlo (o bueno, eso es lo que nos gusta imaginar).

!Claro que nos arde! ¿Cuándo fue la última vez que ustedes fueron a una fiesta y salieron de ahí siendo portada del Huffington Post?

Y luego está el factor Miley, claro. La puedes amar, la puedes odiar, pero estés en la esquina que estés, la vas a querer comparar. "Miley canta, Miley baila, Miley actúa, Miley se fotografía con Terry Richardson y adopta un nuevo perro callejero alrededor de cada dos años, ¿Eiza qué hace?" Métanse al Instagram de ambas y verán que lo que hacen no es tan distinto. De hecho, curiosamente ambas comparten una historia en común: Hijas de celebridades, iniciaron su carrera en un programa para niños, dieron el salto a la música, son de los nombres más controversiales en su país. En realidad podríamos decir que Liam tiene un tipo.

También nos apetece sacar nuestra balanza de platillos y nuestro listón sobre los ojos y hacerle de madre justicia por un momento. "¿Cómo va a ser que este hombre que hace todavía dos días estaba comprometido para casarse con una, ya esté flojito y cooperando con la que sigue? ¡Algo debió haber hecho Eiza!" O tal vez la relación de Miley y Liam acabó hace mucho tiempo y apenas nos enteramos, o los australianos realmente saben cómo superar un rompimiento, o él es un hombre que nos debería estar dando clases al resto de los hombres sobre cómo hacer borrón y cuenta nueva. La verdad, de todo lo anterior, poco tiene la culpa nuestra celebridad nacional.

No pretendo venir a cambiar el cómo funciona el opinionado mundo de los espectáculos. Salma Hayek lleva décadas trabajando en Hollywood, años casada con François-Henri Pinault, lustros sin perder su acento veracruzano (toda una proeza, a mí pónganme dos minutos al lado de un argentino y ya estoy diciendo "che") y la seguimos tachando de la que no debió pasar de 'Teresa'.

No me voy a poner a comparar a Salma con Eiza porque si somos sinceros una tiene mucho más trayectoria que la otra como para poder siquiera pertenecer a la misma categoría, pero sí puedo concluir con lo siguiente: estrella mexicana que vuela del nido, es estrella mexicana a la que le pesan las alas. Y si esas alas van batiendo coquetas por un par de ojos azules que ya fueron sellados y empacados por Hollywood, que se cuide de las escopetas.

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