Los Alejandros, Fernández y Sanz, soprenden en concierto
Como parte del XX Aniversario del Encuentro Internacional del Mariachi y La Charrería, Alejandro Fernández presentó un concierto de lujo en el Auditorio Telmex de Zapopan, Jalisco, en donde miles de seguidores pudieron disfrutar de una velada romántica y ranchera.
En el Auditorio Telmex, en medio de un escenario envuelto en luces y pantallas gigantes que mostraban videos de los temas que interpretó y ante la presencia de su mamá, su hermana y amigos, "El Potrillo" deleitó con casi 30 canciones, entre ellas un popurrí dedicado a su padre Vicente Fernández.
La sorpresa de la velada fue cuando Alejandro Sanz apareció en el escenario para cantar a dúo con su colega y amigo "A nadie le importa", provocando la emoción de los presentes que pedían al unísono "otra, otra, otra".
Alejandro Fernández, quien durante la mitad del concierto se presentó enfundado en un impecable traje obscuro con camisa blanca, interpretó entre otros temas "Nuestro amor es así", "Cóncavo y Convexo", "Se me va la voz", "Cuando digo tu nombre", "El problema" y "Tengo ganas de ti".
Al principio del concierto prometió que entregaría alma y corazón a través de sus canciones y así fue, y como respuesta el público coreó la mayoría de sus temas y se dejaron escuchar gritos de emoción de muchas de las mujeres presentes.
El hijo de Vicente Fernández dijo a su público que tenía dos grandes cosas que celebrar, una era el arranque de su gira "Confidencias World Tour" en un par de meses y la otra era ser parte del XX Encuentro Internacional del Mariachi y la Charrería.
De pronto, el escenario se convirtió en algo más íntimo, con guitarras acústicas, saxofón y un cajón peruano para cantar cuatro temas especiales en su carrera como "Me dediqué a perderte", "No se olvidar", "Te vas a acordar de mi" y "Si tú supieras".
En la segunda parte del concierto apareció el mariachi y tras perderse unos minutos atrás del escenario, Alejandro Fernández regresó vestido de charro para interpretar "Dónde vas tan sola".
"Que dijeron, que se me había olvidado el mariachi, pero no porque lo llevo tatuado en la piel, es mi esencia y mis raíces. Hoy México más que nunca necesita de su folklor, de su gente y dejar a las nuevas generaciones valores y nuestras tradiciones", comentó el cantante jalisciense.
Le siguieron "Mátalas", Qué lástima", "Abrázame", "Es la mujer", "No", "Que digan misa", "loco", "Nube viajera", "Tantita pena", "Estrella", "Tu amor me hace tanto bien" y para cerrar con broche de oro un popurrí de los grandes éxitos de su padre, a quien se lo dedicó con mucho amor.