Miley se llevó la noche de los VMA's... ¡la perdimos!
Desde su llegada a la alfombra roja de los VMAs , Miley acaparó las miradas así como las redes sociales, pero este sólo fue el principio pues en su interpretación dejó, literal, al público con la boca abierta.
El momento de Cyrus llegó cuando la joven de 20 años interpretó su tema "We Can´t Stop"; saliendo de gigante robot en forma de oso y ataviada con un body plateado, así como peinado simulando unos "cuernos" Miley apareció sacando la lengua y derrochando sexytud en cada paso.
Al parecer la novia de Liam Hemsworth desearía haber tenido el pelo largo para esta ocasión pues mientras empezaba a cantar, movía sus manos como si tuviera más cabellera, esto sin dejar de sacar la lengua.
Ya en el escenario principal, Miley comenzó a bailar junto a sus "mascotas", o sea cientos de osos. Mientras éstos y sus bailarinas principales animaban el público, Cyrus realizó su paso favorito, tweerk, para después darle unos golpes en el trasero a otra bailarina que cargada en su espalda un oso gigante de peluche.
Después de esta introducción, la cantante comenzó a interpretar "We Can´t Stop" la cual fue coreada por sus fans, entre ellos el rapero y ex de Rihanna, Drake, quien no dejaba de mover su cabeza y parece que de verdad "sentía" la melodía.
Una vez "terminada" su presentación, Cyrus se quitó su body de oso y se quedó en un bikini color nude, generando un unísono "oh" y dejando a la familia Smith con la boca abierta.
Sin pena alguna Miley comenzó a caminar por el escenario a la par que bailaba de manera provocativa ayudada de un guante y realizando movimientos eróticos, fue ahí cuando Robin Thicke acompañó a la también actriz.
Mientras los dos cantaban el éxito del verano "Blurred Lines" Cyrus se agachó para poner su trasero en la entrepierna de Thicke y así, generar aún más comentarios y gritos.
Lo que más risa causó fueron las reacciones de los famosos, pues hasta la misma Rihanna y los chicos de One Direction no podían creer lo que pasaba. Algunos lucían serios, otros apenados como Zayn y Harry Styles, muy entretenido con su chicle.