¿Quién es Manolo Caro?

Este es tu primer largometraje, pero ¿cuál fue tu primer proyecto? Mis primeros proyectos fueron cortometrajes, el más destacado fue “Gente bien atascada”, con Cecilia Suárez, Luis Roberto Guzmán y Miguel Rodarte. Ese me catapultó con los productores de Televisa, que me invitaron a hacer una web serie. ¿Dónde estudiaste? ¿Dónde creciste? Crecí en Guadalajara. Ahí viví hasta los 15 años, luego me fui a Sidney a estudiar inglés, regresé a México y entré al TEC de Monterrey. Estaba estudiando arquitectura cuando la agencia de publicidad BBDO lanzó una convocatoria buscando creativos, para el lanzamiento del [coche] Smart. Apliqué, entré y vine a México a trabajar. Y entonces nace la idea de hacer cortometrajes.

¿Esta inquietud del cine la traías desde cuándo? Desde niño me gustó el lenguaje audiovisual, contar cuentos, escribir. Mis amigos se reían de mí porque era muy bueno para contar. Estudié también en Madrid con Juan Carlos Corazza. Hice el seminario de profesionales y me dejó entrar como oyente. Las cosas fluyeron y me especialicé en la dirección de actores. A tus 28 años estás muy joven para ser director. Cuéntanos, ¿cómo se llega tan rápido a esto? Lo que me pasa es que no hay una camada de generaciones de mi edad. Los que siguen están más grandes, como Alejandro Lozano o Michel Franco. Esto se debe a que empecé a trabajar muy joven. Cuando estaba en la universidad ya tenía un contrato con Televisa para la webserie. Pero también me costó mucho trabajo, porque cuando empezaba a tener más éxito, separaba mis proyectos porque me decían “ve y prepárate”, “tienes que ser asistente de tal director…”. Ahí lo que hice fue ser muy firme en lo que yo quería, y me terminé brincando toda esta etapa de ser asistente de producción. Luché por presentar mis propios proyectos. ¿Qué fue Madrid para ti? Madrid me cambió totalmente porque en mi salón estaba Javier Bardem, Elena Anaya, Margarita Rosa de Francisco… al haber estado esos meses preparándome con gente que realmente admiraba, te pones las pilas. Yo creo que he estado presionado por las circunstancias por mi mismo fanatismo. Enfrentarme en un set con Cecilia Suárez pues me provoca hacerlo bien. Estudiar con Bardem me provoca ir a fondo. ¿Qué relación tienes con Caro Quintero? Pues ninguna relación directa, no es de mi familia directa. Y no conozco a todos los Caro de Guadalajara. Me parece que entiendo el rumor que surgió en esta coyuntura. Pero yo nací en los ochenta, somos dos personajes separados por años, más de dos décadas, por lo que no hay un vínculo. ¿Hay algo de dinero de él en tus proyectos? No, para nada. El dinero ha provenido de los productores que han creído en mi. Las obras de teatro las financió Lemon: Billy y Fer Rovzar. ¿Quién financió No sé si cortarme las venas…? Alejandro García, me lo presentaron los Rovzar. Es el productor de Guillermo Arriaga, y ahorita está haciendo la película de Emir Kusturica. Es un productor que ha creído e invertido en mi. La inversión es de él. Yo no aparezco como productor. ¿Quiénes son tus padres y a qué se dedican? Mi mamá Norma Alicia Serrano, mi papá se llamaba Gil Caro pero murió cuando yo era chico en un accidente en la carretera. Mi papá era ganadero, y yo crecí en el rancho. Teníamos una granja de engorda, con caballos. Cuando muere mi papá, mi mamá se dedica a las inmobiliarias. Yo estoy en el mundo del arte, mi hermano es restaurantero, y otro hermano tiene un centro de Pilates. ¿Tú estás cerca de tu familia? Sí, están en Guadalajara y en la medida de lo posible estoy cerca porque esta ciudad es muy demandante.