Los peores y mejores "pitcheos" de los famosos
Mal
Lo ideal no es comenzar resaltando los que lo han hecho mal, pero como la última celebridad que fue invitada a lanzar la famosa pelota de beisbol fue Carly Rae Jepsen quien demostró que su fuerte no son los deportes.
La cantante de "Call me Maybe" fue invitada a realizar el lanzamiento ceremonial en el partido de Houston Astros contra Tampa Bay Ray. La pelota no se acercó ni un poco al catcher. Por supuesto que la canadiense se apenó un poco pero después de unos segundos comenzó a reírse.
Mariah Carey
En abril de 2012 la cantante fue invitada al Opening Night del beisbol japonés. Ahí la diva demostró que no es buena en este deporte.
Mariah fue escoltada por dos botargas al campo. Una vez en el terreno de juego, la mamá de dos hijos deslumbró con su presencia y vestimenta pues la cantante optó por unos shorts, chamarra rosa con blanca, lentes oscuros y zapatos con tacones de más de 12 centímetros los cuales, queremos pensar, le incomodaron al momento de lanzar la pelota.
Ante su error lo único que le quedó fue sonreír y retirarse despidiéndose como una diva.
Justin Bieber
En 2010 el ídolo juvenil fue invitado por el equipo White Sox para lanzar la pelota. En realidad Justin no lo hizo mal pero bueno, los fanáticos del deporte favorito de América se pusieron muy estrictos y dijeron que Bieber falló.
Aciertos
Victoria Beckham
Estamos acostumbrados a verla de tacones, perfectamente bien vestida, rodeada de sus hijos pero nunca haciendo ejercicio, o practicando. En 2007 Victoria mediante su reality show "Victoria Bekcham Coming to America" demostró que cuando se pone un objetivo lo logra, con todo y tacones.
La mamá de cuatro hijos practicó para hacer un buen papel en el estadio de los Dodgers.
En el video a partir del minuto ocho.
Barack Obama
El actual presidente de Estados Unidos lanzó la primera pelota en el juego All Star Game en 2009. Lo hizo tan bien que se llevó los aplausos del público presente.
Como siempre, Barack agradeció con su gran sonrisa.
George Bush
En 2001 el ex presidente de Estados Unidos acudió al estadio de Los Yankees para animar a la ciudad de Nueva York, aunque hizo una gran actuación hubo reacciones de todo tipo. Por un lado hay quienes le aplaudieron y otros tantos lo abuchearon.
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