Bélgica tiene nuevos reyes: Felipe y Matilde
El séptimo rey de Bélgica, Felipe, ha prestado juramento esta mañana ante el Parlamento nacional, asumiendo el cargo de su padre, Alberto II, quien decidió abdicar luego de 20 años de reinado.
Miles de personas se han reunido en la región donde se sitúan el Palacio Real de Bruselas y el Parlamento belga con banderas del país -negro, amarillo y rojo- para ver pasar a la antigua pareja real, Alberto II y Paola, y a los nuevos reyes, Felipe y Matilde.
Desde su automóvil descapotable -el mismo utilizado el día de su boda, en 1999-, la pareja real ha saludado el público que le aclamaba con gritos de "viva el rey".
La investidura de Felipe fue acompañada por todo el gobierno belga y la familia real al completo, incluyendo sus cuatro hijos: Elisabeth, la nueva heredera de la Corona, Gabriel, Emmanuel, y Eléonore. Estuvieron también presentes sus hermanos, el príncipe Lorenzo, y la princesa Astrid, así como la reina Fabiola, viuda del fallecido rey Balduino, tío de Felipe.
En su discurso de investidura, el nuevo monarca prometió dar "un nuevo impulso a este país", que el próximo año celebra unas elecciones legislativas en las que se pronostica un nuevo avance de los nacionalistas flamencos.
Mediar la formación de un gobierno nacional en dicho contexto será el primer desafío de Felipe.
"La riqueza de nuestro país y de nuestro sistema institucional reside principalmente en que hacemos de nuestras diferencias una fuerza", afirmó el rey.
Estoy convencido de que la cooperación entre el Estado federal, las Comunidades y las Regiones se realizará para el mayor beneficio de nuestros ciudadanos y nuestras empresas, agregó.
Emocionada, la reina Matilde ha secado las lágrimas en repetidas ocasiones.
La ceremonia concluyo con el himno nacional belga, y luego la pareja real firmó el libro de invitados del Parlamento y se ha dirigido al balcón del edificio para saludar al pueblo.
El primer acto oficial de Felipe como rey será comandar, hoy mismo, las celebraciones de la fiesta nacional belga, marcadas por un desfile de la guardia real y de los 1.5 mil efectivos y 400 veteranos del ejército nacional.
El nuevo monarca rendirá homenaje al soldado desconocido y participará de los espectáculos de fuegos artificiales y multimedia previstos para despedir a Alberto II en la plaza del Palacio de la Academia.