Unos mezcales con Jon Ecker
"¿Alguna vez te han dicho que te pareces a Matt Bomer?" le digo a Jon Ecker mientras posa para nuestro fotógrafo en una esquina de Capote Taberna, la cantina en la colonia Roma en la que lo cité para tomarnos un par de mezcales. Y es cierto, no puedo decir que tenga una cara idéntica, pero a momentos, los músculos en su rostro parecen ponerse de acuerdo para recordarme al protagonista de White Collar. Y aparentemente no soy el único que lo piensa. "Me llega a mi Twitter como un mensaje al día de eso, de Matt Bomer. Me ponen todo el tiempo que debería ser Christian Grey." Matt es uno de los considerados para protagonizar la adaptación al cine de la novela erótica, 50 Shades of Grey. "Hasta mi mamá me lo dice". Ésa...debe haber sido una conversación incómoda.
Desde el momento en el que Jon puso un pie en la cantina me quedó claro el tipo de persona que es. Vestido con jeans, una playera y un gorro de tela, es claro que lo que menos le interesa es el "glamour" de la fama y el pretender ser una persona que no es. Incluso cuando se levanta para tomarse fotografías se nota que no le encanta la idea. "Siento que salgo como burro, no sé qué hacer", dice ante mi mirada incrédula. Con una cara como la de Jon Ecker es difícil imaginar que una cámara fotográfica lo pueda poner incómodo.
Mucho tiene que ver con que Jon no creció con la idea de convertirse en actor. Educado en una familia tradicional estadounidense en Texas, en un pueblo de no más de 34 mil personas, la idea simplemente no le pasaba por la cabeza; pese a tener un padre que en Latinoamérica era famoso por sus papeles en telenovelas como 'Café con Aroma de Mujer' y 'Salomé'.
Para Jon, de niño, Guy Ecker no era más que el nombre de su papá. Jamás lo envisionó como una estrella de la televisión porque en San Marcos, donde él vivía, no se veía el tipo de programas que su padre protagonizaba. No creció rodeado de cámaras, jamás visitó un set de telenovela, ni compró una revista donde se presumiera su apellido; y si somos honestos, de hecho, ni siquiera aprendió a hablar español hasta los 23 años de edad (aunque ahora apenas si se le nota por un dejo de acento que no ha perdido del todo).
A los 18 años y sin saber qué hacer con su vida, Jon eligió biología marina como su licenciatura, antes de darse cuenta, cuatro años después, que eso no era lo que quería. "Mi lógica era, 'Me gusta la naturaleza, me gusta bucear: ¡Biología marina!' Y me encantó. La verdad fue una etapa bien padre." ¿Y todavía buceas? le pregunto sobre su nueva (o ni tan nueva) vida en México. "¿Aquí?...¿En dónde? ¿Xochimilco?" me responde entre risas. Esa etapa ha quedado atrás.
Luego de pasar un sabático en España trabajando como mesero, Jon finalmente se instaló en México donde, siguiendo los pasos de su padre, decidió convertirse en actor. "Me ofrecieron la oportunidad de entrar al CEA, dije, me voy a meter a ver si me gusta. Me metí, me encantó, me quedé tres años, terminé en 2009. Y el día que terminé la carrera me marcaron de la oficina de Pedro Damián para contratarme para 'Niña de mi Corazón'. Un papel pequeño, pero muy padre".
Su primer protagónico, sin embargo, no le llegó sino hasta el 2011 con 'Popland', una de las primeras telenovelas de MTV. Ya enfrascados en el tema, recordamos lo mucho que ha cambiado la cadena. Ahora MTV es un canal de series y realities. En nuestros tiempos (y lo escribo como si fuera hace mucho, pero en realidad no lo es tanto) lo que Jon y yo veíamos eran videoclips, incluso él confiesa que alguna vez soñó con ser parte del elenco de 'The Real World'. Hoy en día...tenemos 'Jersey Shore'. "Me ha tocado que alguien pone 'Jersey Shore' y digo, '¿Por qué estamos viendo eso?' y cinco minutos después, estoy así (cara de embobado). A ver qué va a hacer la p**che chaparrita."
Jon Ecker le debe su fama a esa generación. Al público de MTV que es muy parecido a la audiencia que a partir de agosto sintonizará 'Gossip Girl Acapulco', su siguiente gran proyecto y uno que ha causado polémica como pocas series nacionales han provocado.
El "problema", por llamarlo de algún modo, es que al elegir 'Gossip Girl' como inspiración para una adaptación mexicana, Pedro Torres se metió con un mounstro. Y Jon Ecker lo sabe. Él jamás había visto la serie antes de participar en el casting, pero al momento de convertirse en Nico de la Vega (es decir, Nate Archibald) se puso a hace su tarea y terminó dos temporadas de 'GG', más otras cuantas de 'The O.C.' y 'Beverly Hills', nada más para terminar de entender la vibra adolescente de este tipo de proyectos.
"Fue impresionante para nosotros. Nos asustamos porque hicimos el demo, salió la noticia: 'Pedro Torres está haciendo Gossip Girl Acapulco', y los que son intensos y criticones, de inmediato, '¡No puede ser que lo van a hacer!' La cantidad de tuits quejándose fue impresionante." Y es cierto. Una vez que México se enteró de que la gran serie de culto de la CW iba a traducirse a moneda nacional con nombres como Roberto Palazuelos, Issabela Camil y Macarena Achaga, las redes sociales explotaron en críticas y burlas. No debió haber sido nada fácil para los involucrados con el proyecto, pero Jon lo ve con otros ojos: "No hay mala publicidad. Y esa gente que está enojada seguramente va a ver la serie. Nomás para quejarse, pero van a prender la tele para verla."
Uno de los grandes miedos de los fans de la serie original es que Pedro Torres no logre adaptarla con la calidad que requiere. Especialmente tomando en cuenta que 'Gossip Girl' es una historia que forzosamente necesita de una producción que grite "élite" y "créme de la créme". Jon no está preocupado por esto. Sabe que Warner estuvo encima de ellos durante todo el rodaje al grado en que los hicieron repetir todo un día de grabaciones sólo porque su pelo no estaba "suficientemente peinado". El proyecto es un proyecto cuidado.
Sin embargo, vivir en Acapulco durante cuatro meses tampoco fue un paseo por las nubes. La producción entera fue hospedada en un hotel con grabaciones prácticamente diarias y llamados muy largos para las escenas de bodas y eventos nocturnos. Y eso no es todo. "Lo que me molestaba era el calor. No soy fan del calor, me encanta la lluvia y el frío. La playa está padre una semana de vacaciones, pero cuatro meses..."
¿Pero seguramente aprovechabas para salir de antro? le pregunto. Tomando en cuenta que la mayor parte del elenco tiene menos de 30 años de edad (él tiene justamente 30) no sería ilógico que hubieran tomado unas cuantas noches libres para salir a bailar al Baby. Pero no fue el caso. "Cuando estoy trabajando me vuelvo bastante teto y me encierro.Ya no tengo 15 años, la cruda me dura días, entonces ya me cuido." Tristemente lo entiendo.
Jon llegó al proyecto conociendo ya a varios de sus protagonistas, entre ellos a Macarena Achaga, a Vadhir Derbez y a Diego Amozurrutia; así que de algún modo cayó entre amigos. Pero para el público de 'Gossip Girl Acapulco' muchas de las caras que lo estelarizan no son del todo conocidas. Para él esto es un plus, al final del día elegir a un elenco de nombres poco conocidos es precisamente lo que hacen cadenas como CW, ABC o Starz en Estados Unidos como estrategia al momento de lanzar nuevos proyectos. "Es más fácil creerle a un personaje que no lo hace un actor al que has visto todo el tiempo. Ves a Tom Cruise y es Tom Cruise. Mis series favoritas están llenas de actores a los que nadie conocía antes de entrar. Le da un toque muy creíble".
Creíble o no, lo cierto es que 'Gossip Girl Acapulco' va a tener que derrotar más que al calor de Acapulco y el poco renombre de sus protagonistas para poder probar que es una serie que llegó para quedarse, a partir del día de hoy, lunes 5 de agosto, que marca su estreno por Golden Premier. Pero si algo aprendió Jon de su papá es a no dejarse afectar por los comentarios dolientes que inevitablemente, estando en el ojo público, vuelan directo y sin escalas a sus oídos.
¿Qué otro tip te enseñó tu papá? "Más que un tip aprendí de verlo. La gente lo reconoce en la calle y le va bien, pero mi papá es muy normal. Tiene a su familia y a su esposa y a mis hermanos, y cuando sale del set es un tipo equis que se pone sus jeans y su playera y le vale ser famoso. Agradezco mucho haber aprendido eso de él porque la verdad es bien fácil perder piso en esta carrera."
"Pues prepárate para que la gente te reconozca a ti en la calle a partir de ya", le recuerdo, atribuyendo a que una vez estrenado 'Gossip Girl Acapulco' su fama podría despegar y despegar en grande. "Sí, pero no me va a tocar", me confiesa riendo. Es cierto. Mientras 'Gossip' esté iniciando transmiciones en México, Jon va a estar recorriendo otro tipo de camino, uno por las calles de Los Ángeles que por un periodo de tiempo serán su nueva casa.
El primero de agosto inicia un taller de actuación en L.A. Luego de siete años en México, Jon Ecker está listo para cambiar de aires y probar suerte en su tierra natal (cosa que nunca había hecho antes). ¿Por qué Los Ángeles?, le pregunto, aunque la respuesta pueda ser un poco obvia; después de todo es allá donde se encuentra el letrero de Hollywood. "Tengo familia allá. Para la chamba te sirve mucho, y sí, hay mucha competencia, es una ch*nga, pero tengo la ventaja del idioma y de la visa. Me gusta el cambio de aire."
A mí me daría miedo la incertidumbre, pero él está acostumbrado. "Es una cosa muy agridulce. Me encanta el estilo de vida, pero a la vez da mucha ansia. Nunca puedo comprar boletos de avión, ni de conciertos, ni nada porque nunca sé qué va a estar pasando."
Después de unos mezcales, yo ya me acostumbré a él. Llegué con una expectativa muy distinta de Jon Ecker. Nico de la Vega...el galán que se iba a parar en los zapatos de Chace Crawford. El inalcanzable (y lo digo más literal de lo que parece, esta misma entrevista estuve meses tratando de conseguirla sin mucho tino). El protagonista de novela. El hijo de Guy Ecker. Lo que menos me esperé fue encontrarme con un fan de Six Feet Under, uno que me pudiera ganar en una trivia al respecto (eso casi nunca pasa), un hombre que cuando habla de las películas de Wes Anderson se le iluminan los ojos y cuyo sueño es actuar en comedias como Workaholics, Parks and Recreation o Arrested Developement. Un treintañero que vive la vida al día.
No me resta más que desearle suerte en esta nueva etapa, y él antes de irse, acomodándose su gorrito me anuncia casi como suspirándolo: "La vida de los actores: ayer tuve chamba, hoy tuve chamba, a ver qué pasa mañana..."