Los cinco momentos de Cory Monteith en Glee
Nos despertamos este domingo con la triste noticia de que en la madrugada había fallecido el actor Cory Monteith. Los Gleeks reconocerán el nombre de inmediato, pero para los que no, ahí les va lo que estamos perdiendo.
Cory era la gran estrella de Glee. Es su personaje el que pone a girar los motores de la historia completa de la serie desde el capítulo uno, pese a que sea el de Rachel la que finalmente robe cámara. Es el que canta más del 60% de los covers que se han hecho en cuatro temporadas. Es su personaje el que amarra las historias de los personajes secundarios. Funciona como mentor, como amigo, como guía, como interés románico. Además de ser un actor de apenas 31 años de edad, novio en la vida real de la actriz Lea Michele, canadiense de nacimiento y corazón y una gran pérdida para la televisión y Hollywood en general.
Hasta el momento en que estamos escribiendo este artículo, Ryan Murphy (creador y productor de Glee) no ha dicho palabra alguna sobre lo que esta trágica noticia significará para la serie. Cory estaba firmado para aparecer en la temporada 5 (a diferencia de actores como Heather Morris o Amber Riley cuyos contratos habían finalizado), pero más allá de lo que decisiones ejecutivas puedan rescatar, nosotros estamos seguros de que Glee no será lo mismo sin Finn Hudson.
Su mejor momento número 1. Cantando en la regadera.
Will Schuester (Matthew Morrison) está desesperado por iniciar su Glee club, esto sucede en el capítulo uno. Sabe que necesita una voz masculina poderosa, pero ningún hombre en todo McKinley High parece estar dispuesto a dejar su popularidad a un lado y entrar en el reino de los losers.
Todo parece estar perdido cuando de pronto una voz cantando Can't Fight This Feeling retumba desde las regaderas de los vestidores escolares. El hombre detrás de la canción es Finn Hudson, y hay un problema...es el estudiante más popular del colegio, novio de la porrista y quarterback del equipo de fútbol. Aquí lo escuchamos por primera vez.
Su mejor momento número 2. Don't Stop Believing.
El gran himno de Glee. Luego de todo un episodio piloto en el que Finn Hudson se niega a perder el respeto de sus compañeros para entrar al coro del maestro Schuester, finalmente el amor por la música gana, y frente a un auditorio vacío, el jock se pone una playera roja para entonar junto con sus compañeros esta melodía de Journey que se ha convertido en la estelar de la serie.
Su mejor momento número 3. Al tú por tú con Bruno Mars.
Luego de enterarse que Kurt (Chris Colfer), el personaje gay de la serie, se convertirá en su hermanastro, Finn se sale de control. No acepta que su mamá se vaya a casar con otros, y ni siquiera puede imaginar cómo va reaccionar la escuela ante la noticia de su nueva familia. Eso es hasta el momento en que le dedica Just The Way You Are, de Bruno Mars, a su nuevo hermano, aceptando que ser un verdadero hombre va mucho más allá de la orientación sexual.
Su mejor momento número 4. La propuesta.
Creímos que nunca sucedería. El niño más popular de la escuela enamorado de la loser más loser (la que usa suéteres con gatitos), pero pasó. Después de un largo noviazgo, Finn cita a Rachel en el auditorio vacío. Se hinca en una rodilla y le presenta un anillo acompañado de las palabras "Eres como un faro de luz que me guía. Esta estrella dorada que por alguna bizarra razón me permitió amarla." Niñas, saquen los kleenex.
Su mejor momento número 5. Un buen padre.
Finn Hudson era el personaje más ingenuo de toda la serie. Fue por eso que a Quinn Fabray (Dianna Agron) se le hizo muy fácil convencerlo de que él era el verdadero padre de su hija por nacer. En shock por la idea de convertirse en papá en sus años adolescentes, finalmente Finn recapacita y le dedica I'll Stand By You a la imagen de un ultrasonido, prometiendo que estará ahí pase lo que pase.