Así fue la boda del último heredero europeo
FOTOS: Los invitados a la boda real de Luxemburgo
El espectacular vestido de Stéphanie de Lannoy
La nación más pequeña de la Unión Europea fue testigo de la boda del último heredero del continente en edad casadera en una corte oficial.
En una soleada mañana otoñal luxemburguesa; Guillermo y Stéphanie, ahora príncipes de Luxemburgo se han dado el sí en la Basílica de Notre Dame, en una ceremonia oficiada por el Arzobispo Jean-Claude Hollerich, que comenzó minutos antes de las 11:00 horas.
A las 10:52 bajo los acordes de la música sacra llegó el novio acompañado de su madre, la gran duquesa María Teresa, quien lució un atuendo coral de Natan confeccionado en seda, destacado con un sombrero de tono a juego de Fabienne Delvigne y un broche XL.
Casi cinco minutos después arribó la novia a bordo de un Daimler DS 420 color azul, comprado por la Familia Gran Ducal.
Ataviada en un vestido de Elie Saab color champagne con bordados de oro, corte barco al frente, manga larga francesa y un gran escote en la espalda; Stéphanie, coronada con una tiara de 270 brillantes perteneciente a su familia, entró de la mano de su hermano mayor, Jehan de Lannoy, heredero al título de conde Lannoy. Su padre, el conde Phillippe de Lannoy, no se encuentra bien de salud.
Tocaba la pieza Grand Chœur Dialogué de Eugène Gigout mientras la novia recorría el pasillo hacia al altar escoltada por un grupo de pajes, conformado por los sobrinos de la pareja: el príncipe Gabriel, hijo del príncipe Luis y la princesa Tessy; la condesas Carolina y Louise de Lannoy, hijas del conde Jehan de Lannoy; Isaure y Lancelot de le Court, hija e hijo de Isabelle de Lannoy, y Madeleine Hamilton, hija de Nathalie de Lannoy, y las dos damas de honor, la princesa Alejandra, hermana pequeña del novio, y Antonia Hamilton, sobrina de la princesa Stéphanie.
Al final del camino esperaba Guillermo con su uniforme militar de gala decorado con la Orden del León de Oro de la Casa de Nassau (Gran Cruz insignia) y la Orden de la Corona de Cadena, recibiendo a su princesa con un confidente guiñado de ojo.
Durante la ceremonia religiosa, oficiada en francés, alemán, luxemburgués, inglés y flamenco, se leyeron la carta de San Pablo a los Corintios y el evangelio de Jesucristo según San Mateo, entre otros textos.
El Arzobispo inició su homilía con una oración dirigida en honor a la recién fallecida madre de la novia, la condesa Alix Della Faille de Leverghem (Sept 1941-Agosto 2012).
Hay que recordar la gran devoción de la Gran Familia Ducal a la religión católica por lo que se observaron detalles como que la virgen de la iglesia estaba especialmente vestida para el evento con vestido hecho del traje de novia de María Teresa.
Entre los detalles más tiernos resaltó el momento en el que los novios intercambiaron los anillos y Guillermo acariciaba la mano de su princesa. Luego de pronunciarse mutuamente: "Te entrego esta alianza en señal del pacto de nuestro amor y de nuestro lealtad", Stéphanie sonriente le dijo a Guillermo “ça va” (¿Estás bien?).
Entre los invitados se encontraban los príncipes de Asturias, quienes se sentaron a un lado de los herederos de Bélgica, Felipe y Matilde. También la princesa Carolina de Mónaco, el príncipe Eduardo, tercer hijo de la reina Isabel II y su esposa Sophie condesa de Wessex, el príncipe heredero de Japón, Naruhito, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso y el rey de Noruega Harald V y la reina Sonia.
También acudieron el príncipe Juan Adán II de Liechtenstein y la princesa, la reina Beatriz de Holanda, la reina Margarita de Dinamarca y el príncipe consorte Henrik, la reina Silvia de Suecia, su hija Magdalena, la princesa Lalla Salma, esposa del rey Mohamed VI de Marruecos.
El enlace costó 350 mil euros a las arcas del Gran Ducado de Luxemburgo.
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