Cumple sueño Daniel Giménez Cacho con `Blancanieves´
Habiendo cumplido un sueño, pues de niño quería ser torero, el actor mexicano Daniel Giménez Cacho llegó a San Sebastián, norte de España, para presentar la película "Blancanieves", del director bilbaíno Pablo Berger.
El artista, quien interpreta en esta película, muda y en blanco y negro, al torero "Antonio Villalta", expresó su satisfacción por participar en esta película, en la que comparte créditos con Maribel Verdú, Inma Cuesta, Macarena García y Ángela Molina, entre otros.
Para el director Pablo Berger, el "casting" fue fundamental para llevar al cabo el proyecto y aseguró que quería una estrella de la talla del mexicano para interpretar al torero.
Además, dijo, su participación representó un golpe de efecto para el espectador, acostumbrado a verlo en papeles de macho.
En "Blancanieves", su personaje, tras haber sufrido una fuerte cornada en una corrida, queda paralítico y a merced de su segunda esposa, "Encarna" (Maribel Verdú), quien lo agrede constantemente y luego lo mata.
Elocuente en su participación en una conferencia de prensa, y ante una Maribel Verdú bromista y sonriente, Berger aseguró que su película es un homenaje al cine mudo europeo, como la de "The artist" lo es para el cine mudo estadunidense. "Finalmente, ambas son un homenaje al cine", dijo.
Reconoció que cuando un productor amigo suyo le mandó el siguiente mensaje por teléfono: "'Pablo, acabo de ver ‘The artist', la han comprado los Weinstein. Gran ovación de 10 minutos. Creo que te va a ayudar', me dio un palo, me cabreé muchísimo.
"Llevaba años con el proyecto de ‘Blancanieves' y me quitaron el elemento sorpresa", agregó, aunque sostuvo que lo bueno es que "The artist" fue un éxito, "pues antes, cuando propuse mi película en blanco y negro, muda, de los años 20, me dijeron que estaba loco".
Berger también bromeó con la idea de que quizá pueda predecir el futuro, tanto por el hecho de haber pensado en "Blancanieves" y luego se dio el éxito de "The artist", como porque sólo en 2011 se hicieron dos películas más sobre el personaje de cuento.
"Nuestra 'Blancanieves' es un cuento y no es un cuento. Hay un niño posmoderno allí, pero es un cuento de cuentos, hay referencias de muchos cuentos, de ‘Pulgarcito', de la ‘Caperucita roja', de los cuentos de Dickens, de Oliver Twist, de la novela gótica, etcétera", sostuvo.
Expresó que "la palabra que para mí define esta película es emoción, y si las personas salen del cine emocionadas, misión cumplida".
Sobre el final de su película, que lleva al espectador a preguntarse muchas cosas, Berger indicóque "el final cada uno lo toma con el crisma que tiene su vida. Esta película la he hecho para que el espectador entre en este viaje, quiero ser más que director, quiero ser hipnotizador".
El director vasco, cuyo primer largometraje fue "Torremolinos 73", se confesó obsesionado de los años 20 y aseveró que ya en esa época los directores habían inventado el lenguaje cinematográfico moderno.
"Es necesario mirar al pasado para hacer algo nuevo, las cosas que pueden parecer novedosas o del cine moderno no lo son, porque en el cine, en los años 20, ya todo estaba inventado".