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`Hasta pronto María, te vamos a extrañar&#39

Familiares y amigos de la encuestadora María de las Heras se reunieron en una funeraria ubicada al sur de la ciudad, para darle el último adiós.
mié 15 agosto 2012 07:00 AM
Familiares y amigos de la encuestadora María de las Heras se reunieron en una funeraria ubicada al sur de la ciudad, para darle el último adiós.
María de las Heras murió ayer por la tarde a causa de cánder de pulmón. Familiares y amigos de la encuestadora María de las Heras se reunieron en una funeraria ubicada al sur de la ciudad, para darle el último adiós.

En la funeraria J. García López sólo había rostros compungidos. En las capillas 1, 2 y 3 de la sucursal Casa Pedregal, amigos y familiares de María de los Milagros de las Heras de Polanco compartían ojeras, narices enrojecidas y el paseo de los pañuelos que secaban alguna lágrima. Había un silencio, mucho silencio... "hasta que ella bajó a despedirse".

Una ronda de aplausos se escucho fuertemente durante un minuto al filo de las 22:51 horas de este martes, cuando los restos de la encuestadora más acertada en el proceso electoral de este año llegaron a la capilla 1 dentro de un ataúd de madera, con manijas chapadas en oro y una tela de rosa pálido que rebosaba del cofre.

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"Vino a que nos despidiéramos... así era ella", susurró una amiga suya, quien aplaudía y mantenía fija la mirada en el féretro ubicado al fondo del salón, frente a una cruz de madera, que provocó un homenaje de pie por parte de unos 100 asistentes a la última aparición de María de las Heras.

Debajo de su féretro, ya se habían acumulado desde las 20:00 horas decenas de arreglos florales de políticos como el próximo coordinador de los diputados priistas, Manlio Fabio Beltrones; el vocero nacional del PRI, Eduardo Sánchez; el ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera; la ex candidata priista al GDF, Beatriz Paredes; la secretaria general del PRI, Cristina Díaz; el diputado Francisco Rojas; la titular de Conaculta, Consuelo Sáizar; el senador panista José González Morfín; el virtual jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, entre otros.

Resaltaban dos arreglos entre tantos: el de dos pisos del candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, y el del viudo de María de las Heras, el diputado federal priista César Augusto Santiago, quien fue el único que entregó flores rojas en lugar de blancas.

Su esposo había llegado 48 minutos antes que el descenso del féretro; lo hizo por la puerta trasera, evadiendo a los medios, con la mirada vidriosa. El primero en palmear su traje negro, que combinaba con su corbata con puntos negros y blancos, fue su compañero de bancada, el diputado y senador electo David Penchyna.

"Ánimo, ánimo", murmuró Penchyna. "Ya ves... se nos fue", respondió el viudo, quien vía Twitter informó que su esposa, fundadora de la empresa Demotecnia , había fallecido este martes cerca de las 17:30 horas en el Hospital Médica Sur a causa de un cáncer pulmonar que esperó a que terminaran las elecciones para intensificarse en el cuerpo de la encuestadora.

A César Augusto le tomó ocho minutos salir del pasmo de los aplausos. Cuando le avisaron que había llegado el cuerpo de su esposa, no quiso salir de una pequeña sala privada en la capilla 2 que compartía con otros diputados y su coordinador parlamentario, Francisco Rojas.

Hasta las 22:59 horas salió, vio el féretro a distancia, y mandó una mirada de complicidad y fuerza a Rodrigo Galván, hijo de María de las Heras.

"Era una mujer guerrera, brillante, talentosa, alegre. Es una pérdida irreparable para todos", dijo la ex jefa de gobierno del DF, Rosario Robles, quien fundó junto con De las Heras la agencia Sostén, que impulsaba candidaturas de mujeres a puestos de elección popular.

También asistieron la ex candidata panista al GDF, Isabel Miranda de Wallace; el ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruíz; el diputado federal petista Mario di Costanzo; la asambleísta Lía Limón; el encuestador Roy Campos, y otros más.

A lo largo del servicio, que concluiría a las 10:00 horas de este miércoles, fue común escuchar, entre susurros, adjetivos para la encuestadora: "buena amiga", "profesional", "alegre", "inteligente". Pero el más repetido fue "luchona", un calificativo que, acordaron sus seres queridos, la describía de cabello a pies.

"Hasta pronto, María. Te vamos a extrañar", masculló un familiar encargado del servicio, quien contó que su tía falleció en paz y en tregua con los dolores que le causaba el cáncer y la insuficiencia respiratoria.

"Si ella viera... estaría feliz. Ni siquiera caben los arreglos fúnebres que le trajeron", dijo y extendió el brazo hacia afuera de las tres capillas, insuficientes para albergar a tantas flores en el último adiós de María de las Heras, la "luchona".

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