Quién recomienda… Batman: The Dark Knight Rises
Una plataforma dentro de una caverna asciende de las profundidades, así como el caballero de la noche que se postra sobre ella y bajo el denso flujo de agua nos vamos a negros. Es el fin. Se acabó la trilogía de un héroe tan real como se han visto, en un mundo calcado a mano de la realidad donde vivimos. Pero para que alguien pueda ascender, primero debe, por pura lógica, derrumbarse. Este es el mensaje de la trilogía, no sólo de este capítulo final, sino de todo el relato.
La simple respuesta a ¿por qué nos caemos? Como yo lo hice, tal vez ustedes piensen que la respuesta viene en aquellas palabras de Thomas Wayne, padre de Bruce: “para aprender a levantarnos”. Esta última entrega nos enseña un lado más profundo, una respuesta más humana: para tener miedo. Pues al sentir esa desesperación en nuestro interior y buscar la continuidad de nuestra vida, uno es capaz de cosas extraordinarias. Ciudad Gótica se encuentra en una falsa paz, casi como un castillo de naipes listo para recibir ese soplo que lo destruya.
Bane (Tom Hardy) es el elegido y pondrá a la ciudad en sus rodillas. Batman (Christian Bale), lejos de ser lo que era ocho años antes cuando lo dejamos malherido tras enfrentar a El Guasón, se siente aún, rey de la ciudad, y no podría estar más equivocado. El enfrentamiento brutal entre estos dos titanes es rápido y doloroso, no deja espacio para la especulación y todos sabemos desde un inicio en qué va a acabar. Es ahí donde empieza el viaje humano para Bruce Wayne que debe bajar al mismo infierno para entender que el miedo que tanto alejó de su ser, podría ser su más fuerte aliado.
En la ciudad se ha creado un estado fallido, no tiene pies ni cabeza y Bane amenaza con destruir todo lo que estas personas conocen. Pocos se le enfrentan. Un Jim Gordon (Gary Oldman) desolado por la mentira en la que vive, y el oficial Blake, interpretado por Joseph Gordon Levit, que de principio a fin representa una nueva esperanza. Por su lado, Selina Kyle (Anne Hathaway) hace su parte, es por un lado seductora y por el otro traicionera.
Su moral es tan flexible como su cuerpo y busca una redención que aparenta ser cada vez más lejana. Después de un viaje casi mesiánico nuestro héroe regresa para un último enfrentamiento donde debe vencer a todos sus demonios antes que al mismo Bane. Con ejército detrás el Caballero de la Noche embiste contra los malos en plena luz de la madrugada y para lograr su objetivo está dispuesto a pagar el precio más alto.
Newsletter
