Paulina Rubio asegura que `lo más fuerte ya pasó´
Llena de ilusiones, como una mujer muy "Brava!" y luciendo como siempre, très chic, enfundada en un mini-vestido tipo globo de la firma Balmain, en animal print, malva sólido y con gafas a juego, la estrella mexicana Paulina Rubio aseguró, siempre sonriente y con una actitud más que positiva, que "lo más fuerte ya pasó".
Ella misma lo aceptó "vengo más ‘brava' que nunca", dispuesta a superar el trance que significa su actual proceso de divorcio, sin embargo, ese mal momento no le cobró de más, y "La Chica Dorada" mantiene su fe en los sentimientos: "Me voy a morir creyendo en el amor porque es lo único que te llevas cuando te mueres", expresó entre risas.
"Pau" fue muy clara en la plática, y señaló que hoy tiene un soporte muy especial para sortear los malos momentos: "Mi familia me da la fuerza, estoy muy unida a ella y por eso enfrento la vida con ilusión y fe para seguir adelante, ni la muerte me detiene".
De entre todos los miembros de su petite famille, el más importante es sin duda su primogénito, Andrea Nicolás: "Estoy en un nuevo ciclo de mi vida. Tengo la fortuna de tener a mi hijo y es el motor que me da fuerzas para seguir adelante, él no se separa de mí por nada del mundo, lo cual es precioso".
Su hijo, podría, confesó Paulina, haber incluso heredado su gusto por la música, y se dio cuenta muy pronto de la situación: "No lo llevo mucho a mis conciertos porque normalmente estos son de noche y él se duerme a las ocho, pero cuando ha estado presente reacciona de una manera impresionante.
"Al acabarse el ruido grita y quiere más, pero ya le he dicho que los ensayos son únicamente para él, para cantarle a sus oídos. Le gusta mucho la música, quizá es pronto para pensar en eso, pero sí tiene mucho interés", añadió la artista, visiblemente conmovida al contar de quien es "mi máxima prioridad".
Y es por ese amor y respeto a Andrea, que Paulina prefirió no abundar en más detalles de su separación con Vallejo-Nájera, de quien reconoció "es un gran padre (...) Son momentos difíciles, sobre todo, porque existe un niño de 16 meses, pero no me separo de él y no habrá nadie que me separe de mi niño, lo demás no me importa".
Sin embargo, indicó que en este proceso su bebé "no ha resentido la ausencia de su padre, porque no ha habido tal", y en lo personal, su separación le ha significado un tiempo de "sabiduría, para poder entender los obstáculos que la vida me manda y que son para convertirme en una persona mejor".
Por el momento, esa transformación involucra de lleno su trabajo y Paulina está más feliz que nunca, pues regresará al Distrito Federal, con bríos renovados y un espectáculo en el que combinará varios ritmos, será de gran formato, inspirado en la cultura maya.
Más que pensar en un fin del mundo, la mexicana abraza la teoría del sureste del país como un cambio de energía: "Es algo que nos va a llevar a ser mejores, más espirituales, a despertar ese otro yo que tenemos. Con base en esto, mi show consta de tres actos.
"Empiezo con el chakra rojo, el más salvaje, el que tiene que ver con la sexualidad. Es un acto apocalíptico lleno de caos, luego viene algo más dance y llevo al público, a través de mis éxitos, hacia algo más espiritual, de amor y paz", adelantó Paulina.
Todo está pensado para complacer a sus fieles seguidores: "Muchos de mis fans han ido a los veintitantos conciertos que he dado hasta el momento en México, desde que salió ‘Brava!'. Lo que pueden esperar ahora son muchos cambios de música, de ritmos como el Dance-Pop y la Ranchera moderna; nuevos arreglos de mis canciones; coreografía, y tres cambios de vestuario. Siempre estoy pendiente de lo que quieren (a través de Twitter)".
Además de su presentación en la Arena Ciudad de México, Paulina Rubio también actuará en la ceremonia de los Premios Billboard a la Música Latina 2012, el próximo 26 de abril, en Miami, Florida, Estados Unidos.