Los 10 artistas plásticos de los que se enorgullece México
Frida Kahlo
Sin lugar a dudas, la más votada por los usuarios de Quién.com. Pensar en arte nacional, implica forzosamente en remitirnos a ; después de todo, personaje más icónico en la cultura mexicana no hay. Su trágica historia ha inspirado películas, su dramático arte es visto alrededor del mundo, vaya, hasta en los pareos que venden en Acapulco, y su controversial historia de amor es cuento para dormir en muchas familias desde hace generaciones.
La grillera auto-retratista tiene icónicas obras como ‘El venado herido', ‘La columna rota' y, por supuesto, ‘Las dos Fridas'. Definitivamente una artista que podemos presumir a nivel mundial, que nos llena de un orgullo tal que incluso su casa en Coyoacán es motivo de turismo.
Rufino Tamayo
No hay sandías como las de Tamayo. Y si hablamos de colores vivos y un arte sin pretenciones (siempre le huyó a ser catalogado como socialista o capitalista), este mexicano nacido en Oaxaca es el ejemplo perfecto de lo que la década de los 20 -y mucho más adelante hasta los 70- le otorgó al país en cuanto a calidad en oleo e inspiraciones eróticas, aún cuando este fue un adjetivo que Tamayo siempre rechazó.
El amor de México por este colorido pintor es tan grande que el museo que lleva su nombre sobre Avenida Reforma, es una de las paradas obligatorias para todo aquél que esté visitando la zona de Chapultepec en la capital.
Betsabeé Romero
Si hay algo que nos incomoda a los mexicanos, esas son las "llantitas". Pues no las de Betsabeé Romero, esta artista urbana ha conseguido hacer de un objeto tan ordinario como la llanta de un camión un verdadero monumento. Cuando pensamos en Betsabeé imaginamos inmediatamente plástico pintado de rosa chicle y llantas formando imposibles espirales.
Imposible no llenarnos de orgullo nacional cuando pensamos que los modelos, esculturas y pinturas de esta mexicana han sido expuestas en las mejores locaciones del mundo, incluyendo Suiza, Cuba, Houston y París.
Luis Barragán
La influencia de la arquitectura de Barragán en México es tan grande, que una de sus obras se ha convertido en ícono para la zona metropolitana de la Ciudad de México. Nos referimos, claro, a las Torres de Satélite. El artista, quien describiera su obra como "emocional", tiene una gama de obras tan grande dispersas por distintos puntos del Distrito Federal, que resulta difícil voltear la mirada sin toparnos con alguno de sus modelos, especialmente en la colonia Cuahtémoc.
Cómo no habríamos de enorgullecernos de este tapatío, cuando ha sido el único arquitecto mexicano en ganar el premio Pritzker (en 1980), reconocimiento tan importante en la materia que incluso se le considera el Premio Nobel de la arquitectura.
Leonora Carrington
Inglesa de nacimiento, pero mexicana en cualquier otro sentido. Huyendo del regimen nazi, la pintora, escultora y escritora surrealista llegó a México en 1942, lugar donde permaneció hasta el día de su muerte, apenas el año pasado. Su obra retrata un mundo mágico (muy inspirada en mitos celtas y, claro, en la obra de su gran amiga Remedios Varo) y mantiene una identidad tan particular que confundirla con otra resulta imposible.
Luego de su fallecimiento en mayo de 2011, México vivió una franca etapa de luto, nacida únicamente del amor con el cual el país adoptó a la británica como propia. Decir que nos enorgullece como si de una oriunda se tratara es un sobreentendido mejor ilustrado por los tantos años que su obra permaneció montada sobre una de las avenidas más importantes de la capital: Reforma.
Diego Rivera
No hay Frida sin Diego y los usuarios de Quién.com lo demostraron al nombrarlos repetidamente como la pareja de artistas más emblemática del país. El muralista con notorias tendencias comunistas (mismas que hicieron que una de sus pinturas fuera removida del Rockefeller Center en Nueva York) es un emblema nacional a tal grado que el dicho "está hasta en la sopa" le va como anillo al dedo.
Desde los billetes de 500 pesos, las paredes de Bellas Artes, hasta las portadas de uno que otro libro de la SEP, el trabajo de Diego Rivero es un constante recordatorio de lo lejos que el talento mexicano ha llegado y lo presente que se tiene tanto al interior del país como en el extranjero.
Gabriel Macotela
Un pintor que no nos esperábamos encontrar tan mencionado en nuestras votaciones. El tapatío ha hecho su nido en el arte abstracto y no es difícil encontrar sus trabajos incluso en las escenografías de alguna que otra puesta en escena, ‘Medea', por ejemplo. Sus interpretaciones de paisajes selváticos y, claro, del D.F. se entienden mejor como pinceladas que, de una forma reflexiva, logran poner orden al caos, y es en esa ilustración del aparente desorden que se encuentra la genialidad de su obra.
El pródigo estudiante de la UNAM, reconocido aquí en México por el INBA es motivo de orgullo en el extranjero por las innumerables exposiciones de arte colectivo en las cuales ha participado en países como España, Brasil, Alemania y la India.
Michel Rojkind
Orgullosamente oriundo de Naucalpan. La visión urbana y futurista de este arquitecto lo ha llevado a ser reconocido por varias publicaciones, entre ellas, la revista Quién, la cual lo nombró uno de los "más creativos de México" en Julio del año pasado. Sus creaciones exudan color y líneas geométricas; estar frente a uno de sus proyectos es tranportarse 20 años en el futuro y aún maravillarse con su inigualable estética.
Muchos son los puntos de la capital en la cual se pueden encontrar sus firmas, siendo la Condesa y Tecamachalco los más reconocidos para este arquitecto. Además, como cereza en el pastel... Rojkind solía ser baterista de Aleks Syntek.
Gerardo Murillo
Conocido también como . El currículum de este tapatío es tan grande que entre las materias que dominaba (además de la pintura, por supuesto) se encontraban la vulcanología, la politología y el manejo Cum Laude de la pluma. Sus obras al pastel lo llevaron a conseguir varios reconocimientos, en especial su auto-retrato el cual forma parte de lo más icónico de su obra.
Inspirado en el país en el cual nació, llevó la belleza del paisaje mexicano a la fama mundial, en especial los volcanes Popocatépetl e Iztaccihuatl de los cuales se enamoró desde el momento en que comenzó a practicar alpinismo sobre ellos.
Juan y Javier Sordo Madaleno
Padre e hijo, ambos arquitectos, ambos creadores de varios de los edificios más memorables del país. Hoteles y Plazas Comerciales son el tipo de obras que masterizaron el par de creadores y su visión la podemos encontrar en varios puntos del país, desde el D.F., Cozumel, Puebla y Acapulco. Sus proyectos parecen mantener una frescura orgánica que, sin lugar a dudas, los lleva a posicionarse a la vanguardia de la arquitectura.
Desde los hoteles Presidente, el Palacio de Justicia, Plaza Satélite y Plaza Universidad, las creaciones de Juan resultan una clara inspiración para Javier de quien mejor conocemos la Plaza Moliere, Santa Fe y, por supuesto, Antara, donde las líneas triangulares y asimétricas conforman una firma para este par de talentos nacionales.