Debuta Ricky Martin con el pie derecho
El entusiasmo y los rumores en torno a la nueva producción de "Evita" giraban en torno a la fogosa actriz argentina Elena Roger. Pero todo el calor proviene de Ricky Martin, por mucho lo mejor de esta reposición del musical biográfico sobre Eva Perón, que se estrenó el jueves en el Teatro Marquis de Broadway.
En su papel de Che, el superastro puertorriqueño canta de maravilla, baila con garbo y mantiene una cínica sonrisa, provocando suspiros y babas con su ajustada camiseta blanca con tirantes. Hasta el bigote le queda bien.
De hecho, es hora de que Broadway tenga una nueva regla: pongan a Ricky Martin en todo. Encajaría perfectamente en "Newsies". Definitivamente insuflaría vida en "Death of a Salesman" (La muerte de un viajante). ¡Qué diablos! Pónganlo en "Mary Poppins" y vean cómo el techo realmente despega.
Cuidadosamente dirigido por Michael Grandage ("Frost/Nixon"), con coreografía de Rob Ashford ("How to Succeed in Business Without Really Trying"), esta vistosa reposición de "Evita" se presentó en Londres en 2006-07 y regresa por primera vez a Broadway desde su estreno aquí hace 33 años.
De los tres protagonistas -Martin como el vocero de la clase obrera, Roger como la ambiciosa Eva Perón y Michael Cerveris como el presidente argentino Juan Perón- sólo Roger participó en la puesta londinense. Fue un riesgo: la menuda Roger, ampliamente elogiada en el West End, podrá ser argentina pero aquí es una completa desconocida.
En su segunda incursión en Broadway, la primera fue en el papel de Marius en "Les Miserables", en 1996, Martin atrae las miradas haga lo que haga: merodear el escenario, mofarse de los Perón o simplemente recostarse en un muro.
Ashford no escatimó pasión en su coreografía. Sus soldados son amenazantes y sus campesinos dominan un estilo de marcha arrogante, adornado con pañuelos agitados. Los tangos grupales permiten que cada pareja brille individualmente y, de momentos, los artistas en el escenario enfatizan el ritmo golpeando mesas o pisando fuerte. La música es grandiosa y desenvuelta y las orquestaciones - por Lloyd Webber y David Cullen - enfatizan sabores latinos.
Al igual que en "Jesucristo Superestrella", Lloyd Webber y Rice exploran la cáustica intersección de la política y el espectáculo. Lo que tiene "Evita" que no tiene la obra hermana es un artista llamado Ricky Martin. Hugh Jackman tiene competencia como el rey de Broadway.