`Mi padre era mi mejor amigo´: Enrique de la Madrid
Como si fuera 1982, Palacio Nacional abrió sus puertas y desplegó, una vez más, toda su pompa y gala para recibir a Miguel de la Madrid Hurtado, el ex Presidente "regresó a casa", luego de más de 24 años de haber dejado el poder, y es que el gobierno de Felipe Calderón decidió honrar su memoria, con el primer Funeral de Estado, en la historia moderna, para un ex mandatario.
La distinción fue muy bien recibida por parte de Enrique de la Madrid Cordero, quien aseguró, en entrevista con Quién.com, que Miguel de la Madrid, antes de ser Presidente de los mexicanos, fue un hombre de familia, y para él, "mi mejor amigo", sin olvidar nuca, que fue un gran ejemplo a seguir.
"(Como hijo me deja) un gran orgullo, un compromiso de tratar de ser mejor cada vez, de tratar de hacer un mejor esfuerzo, ser una mejor persona, un mejor mexicano, y eso es lo que me queda", compartió Enrique de la Madrid, quien estuvo siempre acompañado de su esposa, Isabel Prieto y sus tres hijos.
De la Madrid Cordero enfatizó que esta despedida pública de su padre lo dejó "muy satisfecho, muy agradecido con el señor Presidente Calderón, de que nos haya ofrecido este homenaje para mi papá y como hijos, estamos orgullosos de pertenecer a esta familia y de haber vivido esta experiencia".
A su llegada a la máximo recinto de gobierno del país, la familia De la Madrid Cordero era presidida por una mujer que dio cátedra de lo que significa haber sido Primera Dama de México, siempre altiva, sin llegar a la presunción, elegante y con total control de sus emociones, a pareció Doña Paloma Cordero de De la Madrid.
Vestida con un traje sastre negro con toques de blanco, un chongo bien definido, poco maquillaje y perlas, la matriarca de la familia, se limitó a observar cómo el cuerpo de su esposo era objeto de los mayores honores.
Su féretro fue cubierto con la bandera nacional, que fue obsequiada al final del homenaje a toda la familia, se entonó el himno nacional por parte de la Banda de Guerra del Heroico Colegio Militar y cadetes lo flanquearon siempre, además de una guardia de honor, en la que se vieron representados, por sus titulares, los tres poderes de la unión.
"Mi mamá estuvo muy conmovida, son momentos difíciles, pero al mismo tiempo, que la hacen sentirse muy satisfecha, por haber compartido la vida con mi padre, reveló Enrique, quien al tiempo, recalcó la importancia de que el pueblo y gobierno mexicano reconozcan el esfuerzo de su padre.
"Afortunadamente, eso quiere decir que el esfuerzo paga, que no solamente en su momento fue reconocido, sino que ahora, muchos años después, el gobierno de la República, le rinde un homenaje, nos sentimos muy orgullosos y muy agradecidos", dijo muy convencido el tercer hijo que tuvo el ex mandatario.
En las exequias en Palacio, para acompañar a la viuda del ex primer mandatario y a sus cinco hijos y varios nietos, -quienes al término del evento se dieron vuelo corriendo, riendo y jugando en el Patio de Honor, lo que traía consuelo al dolor de todos, y a los ya adolescentes una sonrisa ante la inocencia de sus primos-, acudió la cúpula del poder, los mismo de hoy, que la del pasado.
El Presidente Calderón a la cabeza; la flamante Primera Dama actual, Margarita Esther Zavala Gómez del Campo; los Gobernadores del Estado de México y Chihuahua, Eruviel Ávila y César Duarte, respectivamente, y el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Además de Pedro Joaquín Coldwell, presidente nacional del PRI; el Secretario de Defensa, Guillermo Galván; el presidente del IFE, Leonardo Valdés; el ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia; y Guadalupe Acosta Naranjo, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
También Emilio Gamboa, líder de la CNOP; la senadora María de los Ángeles Moreno; José Ángel Córdova Villalobos, Secretario de Educación; Heriberto Félix Guerra, Secretario de Desarrollo Social; y Jordy Herrera, Secretario de Energía; entre otros miembros del gabinete.