Jessica Simpson: ¿el recuerdo de una sexy rubia?
Si te tocó el boom de los programas de `reality´ seguramente recordaras a Jessica Simpson como una de las figuras más `hot´ del 2003.
Jessica encarnó el sueño americano; una pequeña joven texana llena de sueños e ilusiones que solía cantar en su iglesia local y alcanzó la fama gracias a su talentosa voz que le abrió paso con el afamado productor Tommy Mottola.
Para sus 17 años la rubia ya se colocaba en los primeros lugares de la radio estadounidense y su imagen se posicionó de inmediato como un rol a seguir para miles de jovencitas y adolescentes.
La competencia era fuerte, ser tan sólo una rubia a lado de Britney Spears y Christina Aguilera impulsó a Jessica a cuidar su figura y realizarse algunas cirugías plásticas para sobresalir de entre los ídolos adolescentes.
Así su sueño americano se complementó cuando empezó una relación con Nick Lachey y se convirtieron en los `american sweethearts´. A diferencia de Britney y Aguilera, Jessica procuró una imagen de niña buena y con valores.
En 2003 Simpson era la envidia de cualquier mujer joven; casada con el `galán´de `boyband´, una mansión en Beverly Hills y uno de los cuerpos más sexys de Estados Unidos.
Con una melena rubia con ondas amplias, 1.59 de estatura, facciones atractivas y una delineada silueta, la joven era una guapa recién casada quien solía comer atún y realizar ejercicio diario a lado de su entrenador personal o al menos así lo reflejaba la serie de MTV.
El sueño se terminó cuando ella y Nick Lachey pusieron fin a su relación y Jessica se contradecía a todos los valores que había promulgado.
En una ocasión declaró haberse realizado varias cirugías plásticas entre las que sobresalían los labios, la nariz y el mentón sin mencionar algunas sobre el cuerpo.
Según la también actriz las aplicaciones de Rystalin en su cuerpo no fueron una buena idea pues no la favorecieron y hicieron lucir desproporcionada.
Jessica comenzó a descuidar su estatus de estrella pero se valió de su fama para destacar en diferentes areas de la industria de moda, así lanzó su línea de zapatos y de productos de belleza, las cuales la colocaron como una éxitosa empresaria.
Su curvilínea silueta fue desapareciendo a la par de los años, al tiempo que pasaba de un romance a otro; de John Mayer a Tony Romo hasta finalmente quedarse con el jugador de la NFL Eric Johnson. La pareja anunció que tendrían un hijo en noviembre del 2011.
La actriz ha sido duramente críticada por sus kilitos demás algunos atribuidos al embarazo y otros más por que desde antes de estar embarazada había ganado mucho peso.