'César debe morir', favorita en Berlín
El documental de Paolo y Vittorio Taviani, que muestra una representación de la obra teatral de Shakespeare "Julio César" por reclusos de una prisión, "César debe morir", recibió el Oso de Oro.
El jurado internacional que eligió la cinta ganadora estuvo presidido por el director británico Mike Leigh. La Berlinale es el primer festival importante del año del circuito europeo de cine.
Los hermanos Taviani, ambos de más de 80 años, le agradecieron al jurado por el premio y enviaron sus saludos a los reclusos del penal romano Rebibbia que protagonizaron la cinta.
"Espero que alguien, al irse a casa tras ver 'César debe morir', piense que incluso un prisionero, sobre cuya cabeza pesa un terrible castigo, es un hombre. Y ello gracias a las sublimes palabras de Shakespeare", dijo Vittorio Taviani.
Los dos cineastas dedicaron seis meses a registrar los ensayos para la obra. El documental no examina los delitos de los reclusos, sino que muestra a los actores sumergirse en sus papeles en esa obra sobre amistad y traición, poder, deshonestidad y violencia. Pero después del estreno, las rejas de las celdas se cierran tras "César", "Brutus" y los otros, dejándoles de nuevo en sus vidas como reclusos.
El Oso de Plata del festival fue para el director húngaro Bence Fliegauf por "Csak a szel" ("Solamente el viento"), que se centra en la vida de una familia gitana en momentos en que su comunidad enfrenta una serie de ataques mortíferos.
La película tiene un reparto amateur de roma (gitanos) y narra las penurias de la madre Mari (Katalin Toldi), su inválido y anciano padre y sus dos hijos, luchando para sobrevivir mientras sueñan en emigrar a Canadá, con el trasfondo de una serie de asesinatos en su barrio.
Los roma, que forman entre 5 y 8% de los 10 millones de habitantes de Hungría, enfrentan profundos prejuicios y han sido profundamente afectados por la pérdida de empleos garantizados tras la caída del comunismo hace 20 años.
El premio al mejor actor fue para el danés Mikkel Boe Folsgaard por "En Kongelig Affare" y el de mejor actriz para Rachel Mwanza, que interpretó a una niña soldado congolesa en la cinta canadiense "War Witch".
El premio al mejor director fue para el alemán Christian Petzold, por "Babara".