La evolución del estilo de Anne Hathaway
Es difícil ser una adolescente en Hollywood, y mucho más lo es pasar esa etapa y convertirse en una actriz de respeto después de ganar un Óscar al cumplir 30 años. Esa es la hazaña que ha logrado Anne Hathaway, quien comenzó su carrera haciendo el papel de una joven convencional que descubre que es en realidad una princesa, y hoy es tomada en cuenta para roles de lujo como el de "Gatúbela", o algunos más difíciles como el de "El casamiento de Raquel" y su papel ganador en "Los miserables."
El crecimiento de Anne no se ha dado solamente en la pantalla, pues después de varias películas y un Oscar, hoy cumple 31 años y lo hace con un cambiante estilo. En la alfombra roja hemos visto una clara evolución que la ha llevado desde los vestidos coloridos, brillantes y escotados, a los mucho más glamorosos y maduros.
Alrededor de 2001, cuando Anne tenía 18 años y promocionaba "El diario de la Princesa", la vimos por primera vez en la alfombra roja. Su look no era muy diferente del de una adolescente intentando verse bien para su fiesta de graduación: vestidos con amplio escote, con aplicaciones brillantes, en tonos satinados, y sobre todo: tonalidades rojas y rosas.
Pero Anne supo dejar ese look atrás y después de 2005, cuando hizo "Brokeback Mountain" y "El diablo viste a la moda", comenzó a usar vestidos menos "teen". El rojo se convirtió en su nuevo mejor amigo y no dejó de usar los vestidos escotados. Solían tener detalles florales y no necesariamente favorecían su figura, al contrario: o se veían demasiado ajustados, o demasiado sueltos; o los materiales la hacían lucir demasiado ancha o los zapatos no eran los ideales. Anne buscaba su propio estilo que poco a poco fue encontrando y le fue sentando mejor. Adquirió experiencia con el paso de los años y seguramente gracias a sus amistades y personalidades cercanas dentro de la industria de la moda.
Más adelante hizo "El casamiento de Raquel", película que le ganó una nominación al Oscar y el respeto de la Academia, quien la vio interpretar a una joven con problemas de drogadicción, papel muy distinto de los que había hecho antes. Y esta nueva nueva percepción de la actriz le cayó como anillo al dedo, pues fue cuando notamos un verdadero cambio en su forma de vestir.Su figura también se hizo más delgada notablemente.
La vimos usar vestidos mucho más "maduros", sexys pero ya no demasiado atrevidos. El rojo y el blanco y negro se volvieron sus aliados y Valentino su diseñador de cabecera, algunas veces con mejores resultados que otras.
Con el tiempo Anne perfeccionó este recién encontrado glamour y cada vez comete menos errores en la alfombra roja; al contrario, es de las que más expectativa causa. Si no la vemos usando un elegante Armani Privé, estará usando un sexy Versace, con joyas Tiffany & Co. o Van Cleef & Arpels o un modelo más sencillo y "classy" como el Prada que vistió en la gran noche de los Óscar. Se atreve a soltarse el pelo y los labios rojos, contrastando con su piel blanca, se convirtieron en uno de sus sellos característicos. Ahora su pelo corto es su sello y su estilo se ha convertido en un poco más conservador y clásico.
Los colores claros y pálidos ahora son sus preferidos junto con el negro, los cuales ha lucido ahora en la mayoría de las ocasiones. Ahora la silueta es mucho mejor definifa y existen los detalles sexys pero nunca pierde el estilo.
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