Erika Buenfil busca 'un hombre impotente para ser feliz'
La actriz Érika Buenfil muestra su versatilidad y dotes histriónicas en la puesta en escena "Mujer busca hombre impotente para ser feliz", en la cual, además de bailar de manera muy sensual, utiliza palabras altisonantes, algo inusual en ella.
Érika da vida a "Sandra", una persona que dice todo lo que siente y que está harta de las relaciones con personas que no se comprometen con ella, que buscan únicamente el sexo y se olvidan de los pequeños detalles, como el dar amor.
Por ello decide buscar un hombre impotente, pues "Sandra" considera que es más detallista y no sólo quiere diversión, por lo que declara que está inmensamente enamorada de "Jean Paul", un chico muy atractivo, pero inseguro por no tener relaciones con ella.
"Sólo es divertimento, no existe un mensaje en sí, es una forma de decir las cosas, es lo nuevo del teatro, porque cada vez se dicen más cosas, es sólo una propuesta para divertir, no aconsejamos, ni recomendamos nada".
"Mujer busca hombre impotente para ser feliz", que se presenta los jueves a las 20:00 horas en el Teatro 11 de Julio, de la capital mexicana, aborda el tema de una persona que, cansada de que la vean solamente para ir a la cama, pone un anuncio en el periódico con el propósito de hallar ese amor que se le ha negado.
"He visto que las mujeres están contentas porque digo cosas que ellas quisieran decir, mientras que los hombres nos escuchan y ponen mucha atención, me encanta cuando los regaño y ellos están sumidos en el asiento".
En la función ofrecida ayer para prensa e invitados especiales, Buenfil indicó que el resultado ha sido muy bueno para ella, motivo por el cual se siente muy satisfecha. "Considero que llevo de la mano al público y creo que logro su atención, que es lo más difícil, es un gran reto".
Sobre el baile muy sensual que ejecuta utilizando un perchero que simula un tubo de "table dance", indicó que "(me) costó un poco de trabajo y aunque no es perfecto, ni profesional mucho menos, porque es una mujer que no se dedica a eso, provoca risa", y eso es lo importante.
La obra, producida por Rubén Lara, escrita por Mauricio Pichardo y dirigida por Zaide Silvia Gutiérrez, es uno de los retos más importantes de Érika en su carrera, pues se trata de una obra totalmente distinta y pícara, que motiva a la reflexión.