Declaran paramédicos en caso Jackson

Los paramédicos que acudieron de emergencia a la mansión de Michael Jackson el día que murió declaraban en el juicio a su médico, Conrad Murray, acusado de homicidio involuntario del astro pop.

Martin Blount y Richard Senneff ya habían testificado en una audiencia preliminar que el doctor Conrad Murray nunca mencionó haberle suministrado a Jackson el poderoso anestésico propofol, y les dijo que el cantante perdió el conocimiento momentos antes de que se pidiera una ambulancia.

Ambos hombres creen que el músico ya había muerto para cuando llegaron a su casa en junio del 2009, pero Murray insistió en que su cliente fuera trasladado a un hospital para intentar más esfuerzos por resucitarlo. Probablemente los testigos convocados por la fiscalía le proporcionarán a los jurados más luz sobre los últimos momentos de Jackson.

El jueves, su guardaespaldas Alberto Álvarez dijo que subió a ayudar al superastro después de que un asistente del cantante lo llamó a su teléfono celular. Impactado al ver a Jackson inmóvil en su cama, con los ojos ligeramente abiertos, Alvarez apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando escuchó a la hija del cantante gritar "¡papi!" desde la puerta. La condujo a ella y a su hermano Prince fuera de la habitación, intentando tranquilizarlos.

Luego, el guardaespaldas declaró que Murray lo instruyó a colocar en una bolsa varias ampolletas que el médico había retirado de la mesita de noche de Jackson. Alvarez obedeció, y también puso una bolsa para fluidos intravenosos dentro de otra bolsa.

El testimonio de Álvarez fue crucial para los fiscales que argumentan que Murray, que se ha declarado inocente, tuvo la intención de ocultar los indicios de que le había estado dando profopol al cantante con el fin de ayudarlo a vencer el insomnio.