Hidratación saludable, en cuerpo saludable
Con los continuos cambios de clima que hay en nuestro país es importante prestar más atención a los líquidos que ingerimos para estar bien hidratado. La sed es un indicador de la deshidratación, beber la cantidad adecuada de agua diario, además de saciar la sed, mantiene el equilibrio y buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
Durante el día estamos ocupados en el trabajo, en la escuela y con otras actividades, pero siempre debemos hacer caso de las señales que nos envía el cuerpo, cada persona tiene necesidades de hidratación diferentes que dependen de factores tales como la edad, nivel de actividad física, el clima en el que se realizan las actividades y el metabolismo.
Estar bien hidratado es fundamental para todos los seres vivos. El agua es esencial para las funciones básicas del cuerpo como la digestión, el transporte de nutrientes a través de la sangre, la lubricación de articulación, la circulación, la eliminación de desechos, entre otros.
Estar hidratados no sólo nos ayuda a sentirnos bien, también nos ayuda a tener una piel espectacular. Gracias a la estructura física del agua, es más fácil que las capas de piel conserven su forma, además ayudan a transportar eficazmente el oxígeno en la sangre para evitar el envejecimiento prematuro y darle a la piel una apariencia tersa y saludable.
Con las actividades que hacemos en el día aunque estas no requieran mucho esfuerzo, el cuerpo pierde líquidos. Por ejemplo, el sudor es el principal regulador de la temperatura corporal, cuando nos sometemos a temperaturas elevadas, se equilibra con esta pérdida de agua. Todas estas variantes están directamente relacionadas con factores externos como la altitud, el clima, el nivel de humedad, la presión y la ropa que utilizamos.
El agua nos ayuda a que nuestro cuerpo funcione correctamente y nos mantiene concentrados y con ganas de estar activos durante todo el día.