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Interpol revienta la noche en el Palacio de los Deportes

La banda neoyorquina se presentó ayer por la noche en la Ciudad de México, donde prendió de ánimos a todos los asistentes, quienes ya estaban ansiosos por escuchar a sus ídolos.
mié 29 junio 2011 12:00 PM
La banda neoyorquina se presentó ayer por la noche en la Ciudad de México, donde prendió de ánimos a todos los asistentes, quienes ya estaban ansiosos por escuchar a sus ídolos.
daniel La banda neoyorquina se presentó ayer por la noche en la Ciudad de México, donde prendió de ánimos a todos los asistentes, quienes ya estaban ansiosos por escuchar a sus ídolos. (Foto: Fernando Aceves OCESA)
Paul Banks orgulloso de sus años México, al final se puso la bandera nacional en los hombros.
Paul Banks orgulloso de sus años México, al final se puso la bandera nacional en los hombros.

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"It's way too late", el inicio de una de sus canciones emblemáticas, era la frase latente entre los 15 mil fans que esperaban ansiosos a Interpol anoche en el Palacio de los Deportes. Ya habían pasado 40 minutos desde que School of seven bells dejó el escenario (a las nueve de la noche) cuando al fin se escuchó el inicio de "Sucesses", de su nuevo álbum homónimo, y el comienzo de un gran concierto.

Esto, y escuchar y ver a Paul Banks con un nuevo look (de pelo más corto con gallito incluido y un cuerpo más trabajado) hizo que todos se olvidaran del retraso para escuchar sin parar rola tras rola, entre las cuales Paul sólo daba tiempo para dar las gracias, con la buena pronunciación en español que le dio su vida en México, y continuar con otra canción.

"Es un placer estar en México, gracias, ustedes son los mejores fanes del mundo" (sic), dijo el vocal y todo mundo se prendió más, pues siguió la dosis de rolas nuevas con las clásicas. Así, se oyó "Barricade", "Rest my chemistry" o "Narc", en donde la guitarra dorada de Daniel Kessler, el sello Interpol además la voz de Paul, sonó más intensamente.

Y frente a los neoyorquinos, sus admiradores cantaban con ellos. En la pista, un par de muletas en alto seguían el ritmo de cada canción. Era imposible ver en qué se apoyaba el dueño de ellas en medio de un mar de cuerpos que reventó cuando el "It's way too late" de "C'mere" ahora sí fue dicho por Paul.

Y el rubio volvió a agradecer. La guitarra rápida de Daniel seguida por la de Paul tocaron. Vinieron después la batería de Sam Fogarino y el bajo certero del nuevo integrante, Brad Truax. Así se arrancaron con otra básica, "Slow hands", y al terminar, claro, todos querían más e Interpol no se hizo del rogar: "Take on a cruise", la infaltable y maravillosa "Evil" (que fue la más coreada), "Not even jail" y para cerrar "Obstacle 1" y dejar a todo mundo en extásis.

Los comentarios de los chicos (cuarentones, treintones, veinteañeros y hasta niños) a la salida eran sobre la buena música de la banda, la potencia y la gran voz de Paul y el súper detalle de él de colocarse la bandera mexicana en los hombros al salir de escena.

Sam Fogarino, baterista, es miembro de la banda desde 2002.
Sam Fogarino, baterista, es miembro de la banda desde 2002.


Los de las chicas incluían detalles indispensables en su éxito de anoche: lo bien que lucía el rubio con su nuevo corte y, sobre todo, con esos brazos y ese tórax que daban forma a su ajustada camisa negra. Un look con el que dejó atrás el halo lánguido que su delgadez le daba, a pesar de que Paul nunca se ha valido de lo galán que es para encantar.

Sin duda, del Corona Fest en octubre al intenso show de anoche, Paul Banks embarneció.

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