Mel Gibson y los escándalos que han opacado su luz
La vida le ha dado una nueva oportunidad a Mel Gibson.
Esa nueva ventana que parece darle luz, se llama "Mi Otro Yo". Y por ello, debe estar agradecido con Jodie Foster.
Jodie, ganadora al Oscar por su interpretación en "El Silencio de los Inocentes" es la directora y coprotagonista de la cinta "Mi Otro Yo".
En los últimos años, Mel Gibson ha llamado más la atención por incidentes de racismo y violencia que por sus interpretaciones en la pantalla grande.
La imagen de Mel se derrumbó por completo cuando se dieron a conocer unos audios en los que supuestamente agredía verbalmente a su entonces esposa, la rusa Oksana Grigorieva, a quien incluso, en alguna ocasión, le habría dicho: "Odio haber tenido un hijo contigo".
El escándalo de los audios terminó por deteriorar más a Mel, quien ganó el Oscar por su interpretación de William Wallace en la cinta Corazón Valiente.
Previamente, la conducta de Mel Gibson ya había sido descalificada.
Primero, a principios de la década de los 90, expresó su rechazó a los homosexuales en una entrevista que concedió al diario El País, de España. En una oportunidad, se negó a disculparse por criticarlos e incluso ofenderlos con unas desafortunadas declaraciones.
Pero ya tenía otros antecedentes. Sobre todo los antisemitas.
En una ocasión en la que fue detenido completamente borracho, pronunció unas palabras que le valieron todo tipo de enemigos -y muy poderosos, entre ellos Steven Spielberg-, tras decir que "los judíos provocan todas las guerras".
Así le respondió Spielberg, creador de cintas históricas como Parque Jurásico, E.T. y La Lista de Schindler -que cuenta la historia de un alemán que ayudó a ciudadanos judíos para salir con vida del exterminio nazi-.
"La verdad es que usted es un incorregible y recalcitrante antisemita de la peor calaña, y su falso acercamiento vale menos que el costo de su próxima copa, que seguramente se encontrará entre sus manos en poco tiempo. Yo se la brindo", dijo el aclamado director y productor.
Tal vez "Mi Otro Yo" sea una de las últimas oportunidades que tenga Gibson para recuperar su credibilidad. Pero no será nada sencillo.