Deshojando la Margarita

Margarita Zavala me llama particularmente la atención por dos razones: la primera, porque es una mujer con carrera política propia -algo que no habíamos tenido jamás- y por lo tanto conoce bien la situación del país y en particular de las mujeres, ya que ésta ha sido desde siempre su causa. La segunda, porque no abusa del reflector y sabe dónde sí y cuándo no. A ello se agrega su sencillez, tanto en la apariencia como en el desempeño público. Son dos elementos que los ciudadanos apreciamos.

Sin embargo, en lo que se comporta de manera idéntica a todas sus antecesoras es en que repite siempre un mismo discurso, sin salirse del guión. Para ella todo lo que hace su marido es perfecto, al igual que su vida personal y familiar. Nunca parece tener alguna duda, deseo, crítica o insatisfacción. Esto me resulta difícil de creer, dado que dejó de lado su camino para integrarse de lleno al de su esposo y hacer no lo que quiere o puede, sino lo que se espera de ella -algo parecido a lo que le sucedió a Hillary Clinton cuando Bill Clinton era presidente-. Y dada la situación tan grave por la que atraviesa el país, no hay justificación para que alguien pudiera mantenerse optimista.

No conozco la vida personal de la señora Calderón , debido a que mi investigación es -porque así lo decidí y así me parece correcto- solamente sobre la vida pública de las esposas de los gobernantes. Pero en este mes en que festejamos a las madres, no puedo evitar recordarla consolando a una mamá en Ciudad Juárez a la que le mataron dos hijos y que le reclamó duramente al Presidente acerca de la inseguridad. Asimismo me es inevitable pensar en su futuro, lo difícil que va a ser para ella y para su familia cuando termine el sexenio, enojados como están muchos por lo que sucede.

*Socióloga e historiadora, investigadora y profesora en la UNAM desde hace más de 35 años, articulista en El Universal, novelista, conferencista y traductora. Acaba de publicar la tercera edición, corregida y aumentada, de "La suerte de la consorte. Las esposas de los gobernantes de México" (Océano) del cual se han vendido más de 200 mil ejemplares.

_{Texto tomado de la edición 241 de la revista Quién.}