Ximena Navarrete sigue con su `príncipe azul´

Hace varios días algunos medio nacionales afirmaron que la reina de belleza, Ximena Navarrete , había terminado la relación con su novio, Pablo Nieto , a causa de la distancia y los constantes viajes que la Miss Universo 2010.

Sin embargo la mamá de Ximena, Gabriela Rosette, confirmó a Quién.com que esto es mentira. La señor Navarrete se sorprendió ante el cuestionamiento de si su hija estaba soltera.

"Yo no sé de dónde sacaron ese rumor", dijo Gabriela.

Pablo Nieto es un gran apoyo para Ximena, pues cuando ella viene a México él se organiza en su trabajo para pasar un rato con ella, además de que cuando le es posible, ha ido a Nueva York a visitarla.

La comunicación que Navarrete mantienen con su novio y familia es a través de Blackberry, Skype y las redes sociales, con lo que confirma que la distancia no es impedimento para tener un lazo con los suyos.

Por otro lado la bella tapatía contestó un comentario de un amigo en Twitter, quien le mencionó lo que habían publicado sobre la ruptura de su relación, a lo que ella se limitó a contestar que eran "chismes".

También amigos cercanos a la pareja confirmaron a Quién.com que este rumor se trata de una gran mentira, ellos siguen juntos y no han querido dar ninguna explicación, pues piensan que son medios que les gusta causar polémica sin saber lo que en realidad está pasando.

Con esto Ximena reitera lo que dijo en conferencia de prensa a principios de su reinado "seré la primera que seguirá con su novio", pues no cree en "la maldición" de que cuando alguna Miss Universo recibe la corona, al poco tiempo termina con su galán.

La historia de amor de una Reina

En 2007 Ximena fue con sus amigas del instituto Vera Cruz al antro Vango y se topó con el niño de sus sueños. Mientras ella lo veía y hacía preguntas sobre él, Pablo Nieto se encontraba en la otra orilla haciendo lo mismo. Fue entonces cuando Rocío Boch, amiga de los dos los presentó.

El flechazo fue tan fuerte que el noviazgo entre Navarrete y Nieto lleva cuatro años, pese a la distancia.