Camila se pone romántico en concierto
La agrupación mexicana de pop volvió a conquistar los corazones de su público, que junto con ellos hicieron una velada única, durante su cuarto concierto en el Palacio de los Deportes, mismo que fue grabado para la realización de un CD y DVD.
Con un público sumamente enloquecido, que cantó y coreó junto con Camila más de una veintena de canciones, la agrupación refrendó así que son los consentidos, aunque también aprovecharon para agradecer las muestras de apoyo.
"Dejarte de amar" es el nombre de esta gira internacional que realiza Camila y frase que también siguió el público al pie de la letra, pues durante más de dos horas de conciertos no cesaron en las peticiones y en disfrutar de piezas románticas del trío mexicano, quienes lucían sumamente emocionados por la respuesta.
Así, Mario, Samo y Pablo con temas como "Mientes" abrieron esta presentación, que abarrotó al máximo el domo de cobre y que desde meses antes agotó sus localidades en la taquilla.
Temas como "Dejarte de amar", "Todo cambio", marcaban la velada, en la que Mario Domm saludó a su cantador y eufórico público, a quienes dedicó el concierto.
"Gracias por estar aquí, cuando hicimos el primer Palacio, no sabíamos si iba a haber un segundo, pero ya un cuarto, da escalofrío... Si creen en el amor, fe, igualdad y les gusta cantar, bienvenidos", fueron las palabras del vocalista de la agrupación.
"Camila está filmando su primer CD y DVD en vivo y tiene que cantar mucho más fuerte, mucho más prendido para verse todo el año en la televisión", expresó Domm, quien incitaba al público a seguir con la velada romántica que a muchos sirvió darle una que otra muestra de cariño a su respectiva parejas.
Emocionado, Domm siguió con un repertorio en el que dejó escuchar "Abrázame", su primer éxito; "Déjame" y "De qué me sirve la vida" "Solo para ti" y "Coleccionista", esta última con la que daban la despedida a su público. Sin embargo para cerrar con broche de oro, reinterpretaron "Mientes", con la cual el público no dudó en acompañarlos y estremecer con sus voces el recinto, pues llegó el momento en la voz de Mario se perdía entre los coros del público.