Ximena Navarrete ya está instalada en NY

Pasado el shock inicial de su coronación y ya instalada en Nueva York, una ciudad que desconoce y que ahora será su casa, Ximena Navarrete se prepara para este año de reinado con el mismo aplomo con que respondió a la pregunta que se le hizo en pleno concurso Miss Universo , pese a que confiesa estaba hecha un manojo de nervios.

La segunda ganadora mexicana, una modelo de 22 años que estudió nutrición, se ha dicho una chica más bien tranquila y casera que no ve los compromisos sociales y fiestas que le esperan como una diversión, sino por encima de todo como "un trabajo". Ataviada en un vestido corto satinado en tonos beige y altísimos tacones, la flamante embajadora universal de la belleza lució su banda y corona durante una entrevista con la AP en la que habló de sus emociones y vivencias durante y después del certamen, las felicitaciones que recibió del presidente de su país, la reacción de su novio —con quien tiene una relación estable de tres años— y cómo durmió como una niña abrazada a su madre la noche de su coronación.

¿Qué pensaste cuando quedaste entre las cinco finalistas? NAVARRETE: A partir de ahí ya no estaba muy clara en mis ideas. Decía, "Dios mío, dame la fuerza y la luz para poder contestar lo que me vayan a preguntar ahorita". Porque tú sabes que (al) estar ahí ... (con) toda la gente y todos los gritos, la porra de México impresionante ... me podían ganar los nervios en ese momento. Intenté pues mantener la calma, pero no estaba pensando nada. No podía. Muchas veces vemos a las últimas dos finalistas tomadas de la mano hablando antes de conocerse a la ganadora. ¿Qué se decían tú y Miss Jamaica? NAVARRETE: Me decía, "¿Estás bien?". Y yo, "No. ¿Y tú?". "Tampoco" (risas). Estábamos bien nerviosas. Ni me acuerdo bien ya, pero me dijo algo así como, "Tranquila, lo que va a pasar ya va a pasar. Ya no hay vuelta atrás". ¿Qué recuerdas que hiciste después de ser coronada? NAVARRETE: (Estuve) buscando a mis papás, me los llevaron al escenario, me estuve tomando fotos. Después me fui a mi cuarto pues a empezar a empacar todo. Tuve una fiesta adonde fueron todas a celebrar. Mis papás estaban muy contentos, estaba mi familia, mis tíos, mis primos, mi novio ( el ingeniero industrial Pablo Nieto ), todo el mundo. Y pues nada, simplemente festejar. ¿Qué te dijo tu novio? NAVARRETE: Él está muy contento. Es un triunfo muy grande y me apoya mucho. ¡Pues como todo el país! Me han contado mis papás que todo el país está así como que vueltos locos, que no se la creen. Es un regalo aparte porque es el bicentenario de mi país, el 15 de septiembre cumplimos 200 años de la independencia y 100 años de la revolución, entonces es como que, ¡híjole!, como un regalo. Además es un respiro a las malas noticias que se ha venido produciendo en México los últimos años. ¿Qué le dirías a los turistas que temen ir a tu país debido a la inseguridad y la violencia?

NAVARRETE: Creo que en México sí hay problemas, pero en todos los países hay problemas. Creo que no es justo señalar nada más a México como el único país donde hay más violencia ... Sí existe, y en muchos lugares existe. Es un problema mundial, no nada más de México. ¿Y qué les diría? Simplemente que en México hay gente buena, hay gente trabajadora, hay gente puntual, hay gente que se esfuerza y gracias a Dios sigue siendo más lo bueno que lo malo. Estudiaste nutrición y has hablado del problema de obesidad en tu país. Aquí en Estados Unidos también hay grandes problemas de nutrición —desde obesidad hasta anorexia— y en otros países padecen de desnutrición. Como Miss Universo, ¿planeas involucrarte en causas relacionadas con este tema? NAVARRETE: A mí me encantaría si se puede. Yo sé que la labor principal va a ser trabajar con el VIH/sida, llevando información, abriendo puertas ... Me encantaría trabajar con cualquier organización que pueda ayudar y más si es de mi área de nutrición, pues sería muy bueno. ¿Cómo crees tú que podrías ayudar? NAVARRETE: Yo creo que todo empieza en una educación desde que los niños están muy pequeños. Es muy sencillo, si tú les estás enseñando matemáticas y español, por qué no enseñarles cómo alimentarse. Eso podría prevenir muchas cosas en el futuro ... Yo creo que poder ayudar en lo que sea siempre es bueno. Poner un granito de arena así, por más pequeño que sea, hace una diferencia y un cambio. ¿Quién te llamó a felicitarte? ¿Qué te dijeron tus compañeras? NAVARRETE: Bueno, todas me felicitaron mucho, me abrazaron mucho. Recuerdo tener a Natalia (Navarro) de Colombia y a Miss Panamá, Anyoli (Abrego), que son con las que más me llevé, Haití también, las tenía como muy cerca y me decían "Felicidades", "Vas a hacerlo bien", "Te lo mereces" ... Hablé con el presidente Felipe Calderón y también estaba muy contento. Me dijo que es un orgullo, que es una muy buena noticia para el país, y eso me da mucho gusto. ¿Alguna sorpresa para ti en el Miss Universo? Muchos se sorprendieron que no hayan clasificado Venezuela (que siempre figura entre las finalistas) o Haití (que concursaba por primera vez en más de dos décadas). NAVARRETE: Esto de la belleza es de lo más subjetivo que puede haber en el mundo. Tú nunca sabes si le vas a gustar al juez o si no le vas a gustar ... Son demasiadas mujeres hermosas y pues, hay veces que toca y hay veces que no. A mí también me sorprendió que no quedaran ellas, pero bueno, por algo pasan las cosas. Primera vez que vienes a Nueva York y ya estás aquí viviendo. ¿Qué esperas de este año en la Gran Manzana? NAVARRETE: Es un cambio muy radical, muy fuerte, muy rápido ha pasado todo. ¿Qué espero? Simplemente aprender. Aprender de todo y ayudar.